Frente a las declaraciones de Donald Trump, con relación a nuestro canal, han salido a relucir la narrativa vende patria y traición.
Se trata de un discurso proveniente del seno de la oligarquía, de su vena entreguista que, blanden el recurso de la negociación frente a semejante absurdo jurídico del presidente electo de los Estados Unidos.
Se trata de un discurso, de claudicación y postración.
El canal no está en venta y la ruta que conecta a los océanos, es un recurso natural. Panamá es soberana en todo el territorio nacional.
Lo anterior está claramente estipulado en el tratado de neutralidad permanente, la constitución nacional y la carta de la ONU y muchos otros instrumentos que hacen parte del derecho internacional público.
Hay que estar atento, con relación al discurso que vienen blandeando voceros de las élites del poder económico, en el sentido que Panamá, debe estar abierto al recurso y espacio de la negociación. Este es un discurso propio de traidores y genuflexos. Es el mismo discurso y los mismos sectores que buscan negociar con la minera y que siempre han dicho que de soberanía no se come.
Son los mismos que ahora visitan por primera vez la mina en Donoso y declaran, siendo altos funcionario de Ambiente, convenientemente que, hay que dejar que se lleven el mineral acumulado, por un valor de casi 800 millones de dólares y siendo ese mineral de propiedad de la república de Panamá, ahora a través de una maniobra gansteril de la empresa que debió cerrar la mina, pretende en esta coyuntura, no solo apropiarse del mineral acumulado sino, forzar negociaciones de algo que fue definido claramente en virtud de un fallo histórico de inconstitucionalidad el pasado 27 de noviembre de 2023, reabrir la mina, después que, Tristan Pascall, CEO de First Quantum Minerals, se entrevistara con Trump y le pidiera apoyo para imponer la reapertura de la mina, es decir, son dos caras de una misma moneda.
La soberanía no tiene precio, menos la dignidad de todos los panameños.
Reitero, nuestro canal no está en venta y la mina tampoco.
La soberanía es un elemento de la esencia del estado y toda la nación
Condenamos y rechazamos, ese discurso, de que la mejor posición de Panamá, frente a las declaraciones de Trump, es abrir espacio, para propiciar negociaciones.
El rostro de la traición emerge como un puñal en el corazón de la patria.
Debemos estar en permanente alerta. Frente a tan desenfrenadas declaraciones de Donald Trump, relacionada con el canal, no hay nada que negociar.
Esas declaraciones golpean nuestra soberanía y de país digno.
En esa misma dirección, estemos atentos y alertas a las voces de la felonía, de la traición y de los traidores que se prestan para debilitar al país, porque no lo aman, sino a sus cajas registradoras.
En consecuencia, que una sola voz se escuche en todo el territorio nacional, gritando a todo el mundo, Panamá es único dueño y titular del canal y soberano en todo su territorio nacional.