No existe la cualidad del reposo.

 Lo único permanente y objetivo, es el movimiento y la contradicción.

Por: Ramiro Guerra M.        Abogado y cientista político.       

La materia siempre está sujeta al movimiento y la contradicción. Pensar en el reposo como una cualidad de los hechos y fenómenos, cursa el tránsito hacia lo metafísico y lo trascendental, como explicación de la vida y sus cambios y evolución. Otra manera de decirlo o escribirlo, invertir el orden, en el sentido de no ideologizar el concepto de la contradicción al estilo de Hegel, sino como una ley que palanquea y mueve la historia y en ella la dinámica de los fenómenos sociales y científicos.

Todo fluye y se mueve; el cambio suele contener algo de lo viejo, pero a su vez lo niega y lo nuevo contiene también algo que lo niega. La negación de la negación. Todo fenómeno, de la naturaleza que sea, comparte en unidad, elementos que lo afirman y lo niegan; unidad que expresa, pugna de contrarios. Algunos resumen lo anterior en una sola ley, la de la contradicción.

La política y la ciencia están sujetos y a merced de esta dinámica de estas leyes del pensamiento.  La cualidad como expresión del cambio, no es más que el resultado de la acumulación de lo cuantitativo que, llegado a un nivel, propicia saltos. La crisis de la naturaleza que sea, son expresiones de este movimiento.

Lo que aparentemente se mantiene en reposo, inalterable, no es tal; siempre está en movimiento y aquí si vale, lo de que no hay sorpresas, sino sorprendidos. El topo de las contradicciones, nunca para de estar trabajando.   Una frase que me encanta, «el presente contiene algo del pasado, pero también de lo que será y vendrá.  Eso de la verdad única, es una de las mentiras que polea realidades virtuales y falsarias.

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