Una salida que genera más incertidumbre.
Por: Ramiro Guerra Morales, Abogado y cientista político.
El rostro de los distribuidores de medicamentos en Panamá.
Estos son los que amasan fortuna con la desgracia del pueblo panameño
En la Biblia cristiana, está escrito en el libro de Juan, Capítulo 5, versículo del 4 al 6 lo que sigue:
“4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?”
Pareciera que estamos destinados a tener que esperar la segunda venida de Cristo, para poder sanarnos, porque si nos atenemos a que, se ablande el corazón de los avariciosos que, han hecho inmensas fortunas y riquezas con nuestras necesidades de salud, parece que prefieren baipasearnos antes que asumir algún grado de responsabilidad social y una conducta mínimamente solidaria con sus congéneres.
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