Por: Pedro Rivera
Debo agregar que los cientistas sociales, incluyendo aquellos que han deshilachado minuciosamente las causas reales, sin duda geopolíticas, todavía no encuentran suficientes oídos adiestrados para entender las razones y sinrazones de la invasión a Panamá [que muy poco o nada tienen que ver con las razones que se aducen] en el amanecer del 20 de diciembre de 1989.
Pero ,también debo reconocer que ya se avanza en ese sentido. De la prohibición de no mencionar el tema en cada aniversario, y de convertirlo en día de reflexión, se ha llegado al punto de aceptarlo como día de duelo nacional.
Por lo menos una vez al año de la garganta de la historia se escucha un rumor in crescendo: prohibido olvidar.
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