El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
diostesalvepanama@yahoo.com
Otros hacen tantos malabarismos, cómo los que hacen las leyes de este País, en consecuencia, no parece un desfile patrio, semeja un carnaval o espectáculo “círquense”.
Muchos de los estudiantes usan más “chárratelas” que un general, ganadas en batalla, en guerra. Parece impropio que los desfiles de fiestas patrias se conviertan en aspectos “cirquenses”, desluciendo el verdadero amor por el significado patriótico de la nacionalidad.
Es lastimoso que las escuelas o colegios lo permitan. Ahora, si son bandas independientes se les debe impedir ese tipo de espectáculos en el desfile. Eso no es desfile; son payasadas, parrampanadas (hablando en genuino panameño). Pareciera que el Ministerio Educación sigue jugando a la ignorancia e insignificante papel en lo que a patriotismo se refiere.
Deslucen no solamente en el acondicionamiento de los edificios públicos en fechas Patrias y aulas de la «estrella del Presidente» la educación (estrella que no brilla en nuestros campos ni comunidades aborígenes), ahora también desfallece en los desfiles patrios. Eso para opinión de muchos lleva un mensaje distorsionado que no guarda relación con el amor a la Patria.
Estás cosas deben corregirse, de inmediato, incluso para este 10 y 28 de noviembre. Ambas fechas guardan relación con la independencia de Panamá de España, comportémonos como verdaderos patriotas.
No obstante lo anterior, hay algo que ya no recuerdan nuestros historiadores o quieren pasar agachados. Se trata de la tercera independencia. La independencia social, política y soberana. Esa que otorgó soberania a Panamá eliminando la “Quinta frontera” con los Estados Unidos. Esa que aún no se festeja, el 31 de diciembre. Esa fecha de 1999 marca un hito porque desaparecieron las bases militares gringas de Panamá.
Se eliminó la quinta frontera. Panamá se hizo responsable del 100% del Canal y salió el último soldado gringo de Panamá. Panamá empieza a manejarse sin la intervención directa o indirecta, desde la antigua «Zona del Canal».
Surge entonces mi canción (tipo tamborera), Canto a Panamá o Soberanía Total, la cual entrego:
“Yo me educo por nuestro Panamá, (Panamá)/Y en mis manos la victoria siempre está, (siempre está)/Porque un niño educado/Siempre está muy preparado/Y es consciente de su libertad.
Ya los niños tendremos el canal, (el canal)/Lucharemos por nuestro ideal, (ideal)/Con los grandes y los chicos,/Con los pobres y los ricos/Triunfaremos por nuestro Panamá.
Por mi patria yo siempre lucharé, (lucharé)/Y en el mundo victorias lograré, (lograré)/Por mi patria, por mi suelo,/Por mi hermano y por mi pueblo,/Libre siempre, victorias te traeré.
Y los yankees muy pronto ya se irán, (ya se irán)/Las esclusas podremos manejar, (manejar)/Panameños y latinos,/Como hermanos siempre unidos,/Gritaremos, «SOBERANIA TOTAL».
Historiadores panameños, cómo gobiernos clasistas, impiden el reconocimiento de la verdadera historia y como contribuyó a ella Omar Torrijos Herrera, incluso, cuando expresó: «no quiero entrar en la historia, quiero entrar a la Zona del Canal»
Aquel 7 de septiembre de 1977, con la firmas de los Tratados Torrijos/Carter fue la espina dorsal para la separación de Panamá con los Estados Unidos, en una forma no violenta, el 31 de diciembre de 1999. Fecha que nuestros gobiernos pasan por alto.
El Ministerio Educación tiene la obligación de adecuar el contenido programático. Adecuarlo e impulsarlo. Quienes gobiernan tienen que determinar, mediante Decreto esa fecha histórica, cómo la separación soberana de Panamá con los Estados Unidos, salvó que aún les intimide el fantasma de las bases militares en la antigua Zona del Canal». Dios te salve, Panamá.
Educador, economista, humanista.
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