Por: Ramiro Guerra. Abogado y Cientista Político.
No se trataba de poses demagógicas. Esos diálogos o conversas constituían una relación de aprendizaje. Allí se conectaba con la gente y su forma de pensar.
En una ocasión, se adentro bien adentro de las montañas; pernoctó con los campesinos. Fue una noche de largas conversas y en la mañanita, en la hora del café con yuca, igual de intercambios.
Seguramente esa experiencia le enseñó mucho a Omar Torrijos; su sabiduría para aprender y saber conectarse con el pueblo.
En otra ocasión fue a dar a la playita en Colón. Allí conversó largo rato con una Sra. colonense y no se retiró hasta que estuviera listo el almuerzo.
En un artículo relata que, como parte de una delegación del Centro de Estudiantes de Derecho y por invitación del Dr. Rómulo Escobar, estuvimos en la inauguración de la carretera Armuelles – Progreso. Torrijos estuvo presente.
Después de ese evento, el General y su comitiva, fueron a parar al sindicato. Se dio inicio a una reunión consulta con los sindicalistas. Nosotros jóvenes, impetuosos y radicales, pedimos hablar. Don Gerardo González, que estaba sentado, interrumpió drásticamente al dirigente estudiantil y el General, con un gran sentido de amigabilidad con Gerardo, le tocó el hombro y le dijo, deja hablar a los muchachos. Seguramente de ellos, tenemos cosas que aprender.
Ese era Omar Torrijos, y por ello su frase, el que más consulta, menos se equivoca.
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