Por Carlos Ochoa E.
Hoy los patriotas panameños celebramos 120 años de separación de Colombia, del mismo modo también celebramos 202 años de habernos independizado de España, pero en esos largos caminos hacia la perfección del Estado panameño, el pueblo ha dejado muchos muertos y heridos, y unos pocos son los que siempre han cosechado los frutos de los que otros han sembrado. Al pueblo, al verdadero pueblo siempre le ha tocado la peor tajada, y en ocasiones solo migajas.
Hoy la conmemoración de la separación de Colombia, se da en condiciones inéditas, nunca antes vista en nuestro país; sin la presencia ni la participación de las autoridades de gobierno, dentro de una crisis generalizada por la incapacidad y tozudas de un gobierno, que no escuchó a tiempo el clamor de un pueblo, y ahora anda buscando chivos expiatorios para culparlos de la crisis actual. Señores del gobierno, ustedes son los únicos responsables. Por allí andan algunos echándole la culpa a la izquierda, aquí ha salido a protestar un pueblo entero, sin banderías políticas. O es que ustedes no ven.
El referendo o plebiscito convocado para el 17 de diciembre, esta demás, entonces para que hacerlo, si de antemano se sabe el resultado, otra forma más del gobierno de desperdiciar tiempo y dinero. Por el otro lado la Asamblea de diputados, haciendo sus más espectáculos ruines y ridículos, dignos de un mal circo. Unos pidiendo disculpas, otros aceptando que no leyeron el Contrato y otros, los más miserables, todavía defendiéndolo.
Lo que los pueblos han logrado a lo largo de la historia de la humanidad, nunca ha sido regalado por las clases dominantes, llámense como quieran llamarse. A sido y será a través de luchas, cruentas o incruentas, pero luchas a fin. Basta un solo ejemplo: la lucha por la recuperación del Canal y la soberanía, no la encabezó la oligarquía, pero si fue la que al final se quedo con el santo y la limosna, eso en política se llama oportunismo y corrupción, cosechar de lo que otros siembran.
Señor Presidente, usted siempre repite una gran verdad; “Panamá es un gran país”, pero para desdicha de nuestro pueblo y del propio país, no hemos tenido grandes gobernantes. La Historia solo registra tres Belisario Porras, Omar Torrijos y Roberto Francisco Chiari, que forzado por las circunstancias, rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos, a raíz de la masacre al panameño en enero de 1964. Otros han pasado sin penas ni glorias, otros con más penas que glorias y otros con muchas penas y ninguna gloria.
Los que escribimos en este medio de comunicación y en otros, hace bastante tiempo advertíamos lo que podía pasar con el Contrato o Convenio minero, pero los tomadores de decisiones nunca nos escucharon, ni tampoco nos escuchan hoy y tampoco escuchan al pueblo, el pueblo no le vasta que lo escuchen, quiere que se corrija, si acaso es posible, a estas alturas, el rumbo del país. Hoy estamos como barco capitán y sin timonel, sin rumbo, es un estado de anarquía.
Existe una frase muy popular que dice así; “es mejor estar solo que mal acompañado”, este pueblo que ha estado en las calles protestando, no solo contra la minería, sino contra todos los problemas no resueltos y que irresponsablemente quiere culpar a otros, lo que lo hace doblemente irresponsable. Por sobre todas las cosas, el pueblo celebrará los días patrios y tal vez se sienta más contento, porque no tendra que hacer de tripa corazones para saludar a quienes han traicionado a la patria.
Para perfeccionar nuestro Estado falta mucha tela por contar, sacarnos la minería metálica y a cielo abierto, es solo una parte de la lucha, eliminar la corrupción es otra tarea pendiente y la lucha será más dura que la lucha contra la minería. El contubernio evidente entre Ejecutivo, Legislativo y la minera nos da la magnitud de la lucha que nos espera para adecentar el país. Ya el pueblo aprendió la lección, ya no es de SUNTRACS la frase;” sin lucha no hay victoria”
El autor es Sociólogo y profesor de Geografía e Historia
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