Panamá, dónde la dignidad no vale nada.

Victoriano Rodríguez Santos

 

Hemos llegado al fondo. Un país con un elevado porcentaje de ciudadanos inconscientes, absorbidos por el clientelismo, que consideran más una dádiva que el honor, la honestidad y dignidad, es casi un chiquero.

Me perdonan quienes pudieran considerar mi dolor, de ciudadano patriota, como un insulto, cuando no lo es. Hemos de comprender que una bolsa de comida, una bicicleta, cualquier artículo o dinero que recibamos de un corrupto nos hace cómplices, peor aún si le damos el voto.

Tenemos dos candidatos que van por fuera, independiente a la Constitución y leyes de la República. Uno renunció a la ciudadanía panameña y la misma no ha sido restituida por la Asamblea, pero el Tribunal Electoral lo mantiene como candidato.

El otro, proviene de un partido viudo. Un partido que en su convención escogió quien sería su candidato. Posteriormente al proceso que se le seguía, el Fallo de la Corte Suprema de Justicia le condena a 108 meses de prisión. Obviamente, por Constitución no puede ser candidato. Hasta ahí, el partido quedó viudo, sin candidato a la presidencia.

El hecho de que el candidato condenado y exiliado, en la embajada de un país que no respeta los Derechos Humanos ni religiosos, escogió a su compañero de fórmula, no hace al aspirante concretar su candidatura, toda vez que no ha pasado el tamiz que la estructura, reglamentación o estatutos  que el partido exige para ser candidato, pero el Tribunal Electoral mantiene silencio cómplice.

Cuando un País pierde su rumbo y la corrupción alcanza los niveles que rebasan el vaso, estamos en un País fallido donde solo queda la protesta masiva ciudadana, similar a la de octubre y noviembre de 2023, contra la minería en Panamá.

Por eso 4 x 8 es 6. Es decir, no serían 8 candidatos, quedarían seis (6). Si a ellos les restamos los que vienen representado al PRD (Gaby, Martin, Lombana y Zulay), quedarían dos (2) candidatos: Melitón y Maribel, pero Melitón presuntamente línea de Varela, y pro minería, habría que descartarlo, en consecuencia quedaría una sola candidata.

MARIBEL GORDÓN quien debe disipar  temores  y demostrar a la población su real independencia y exponer, además de su plan de trabajo, QUIENES LE ACOMPAÑARAN EN SU GABINETE y los posibles procuradores.

Recordemos que como candidata independiente, no tiene una estructura de dónde escoger, salvo los movimientos sociales y muchos, pero muchos panameños honestos, que critican la politiquería que se maneja en Panamá y está dispuesta a brindarle apoyo, para cambiar el rumbo de un país en decadencia, producto de la corrupción, dónde la dignidad no vale nada. Dios te salve, Panamá.

Ciudadano humanista y patriota.

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