Solo en el mes de marzo se registraron 23 desapariciones de NNA (niños, niñas y adolescentes) y para abril solo en un día se registraron 6 desapariciones, incluyendo una niña de 3 meses de vida
Esta situación no es nueva, desde el 2024 se ha estado registrando y deja claro que se está frente a redes de crimen organizado dedicadas a explotación infantil de toda índole, desde tráfico de órganos hasta explotación sexual, todo con el apoyo de autoridades corruptas involucradas en este crimen
Por: Enrique Avilés
Es imposible no notar que el ministerio de seguridad, la policía nacional y los medios de comunicación, particularmente los televisivos pasen por alto dicho tema sin preocuparse casi por completo del mismo, como si las vidas de los inocentes involucrados no tuviera valor alguno: será porque estas desapariciones son de niños pobres con padres que no tienen ni poder económico ni cuantía de valor político? ¿Será que hay dos tipos de niñez, una ligada a partidocracia y otra al sector económicamente dominante, por las que hay que responder y por el resto olvidarse del tema? O será que hay corrupción que, yendo más allá de los vulgares intereses económicos, pudre la moral de instituciones que deben velar por los niños panameños independientemente de su origen social? Solo en el mes de marzo se registraron 23 desapariciones de NNA ( niños, niñas y adolescentes) y para abril solo en un día se registraron 6 desapariciones, incluyendo una niña de 3 meses de vida. Esta situación no es nueva, desde el 2024 se ha estado registrando y deja claro que se está frente a redes de crimen organizado dedicadas a explotación infantil de toda índole, desde tráfico de órganos hasta explotación sexual, todo con el apoyo de autoridades corruptas involucradas en este crimen, tal cual como lo menciona la activista de derechos de la niñez Lucy Córdoba, hace unas horas en las redes sociales. No es posible que la secretaría de la niñez no pueda dar respuesta por niñas que bajo su protección terminan desaparecidas, bajo la excusa simplista de que se fugaron de los albergues, y aparecen en otros países raptadas y probablemente siendo explotadas sexualmente, no es posible que dicha secretaría no tenga la entereza de dar respuesta de lo ocurrido con éstas niñas y tomar cartas legales en tal exabrupto, no hacerlo hace suponer, como lo dice la activista, que la institución tiene manzanas podridas que proteger. Al parecer la historia de los albergues qué años atrás estremeció a la sociedad, pero que quedó en casi total impunidad, está más viva que nunca y ha escalado a un punto insostenible.
Anoche se me llenaron los ojos de lágrimas al pensar que no hay forma más diabólica de dañar una vida que abusando física y sexualmente de ella en la etapa de la niñez, son almas que quedan fracturadas y rotas para el resto de su existencia. Por otra parte, igual reflexionaba que el incremento del crimen en el país está a velocidades nunca antes vistas, lo que sucede irremediablemente por dos motivos: por incapacidad o por complicidad. Nuestro estamento de seguridad ha demostrado que es capaz de escalar sus acciones ante las protestas sociales de los últimos meses, pero no de combatir la corrupción, el crimen y otros terrores qué azotan nuestro país. Como bien reza el dicho el crimen crece donde el corrupto siembra. Ya saldrá este jueves el mismo de siempre a decir lo mismo de siempre, que el en persona se hará cargo de eso, mientras en promedio cada 31 horas se pierde un niño para ser abusado por redes criminales, bajo la vista de autoridades que no de gratis se hacen sufren de ceguera.
Es triste finalizar diciendo que estamos ante gestiones que no solo son eficientemente corruptas en lo económico, sino que son perversas a la hora de combatir las violaciones de los niños, las niñas y los adolescentes. Como dice mi amigo John Jairo Córdoba, Dios desciende en forma de fuego y los consuma a todos.
El autor es docente universitario.
10 Hay varios Likes:) Gracias...