la dignidad de nuestra patria no se mendiga, sino que se exige.
Por: Ramiro Guerra M
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
Esta foto tomada el 24 de diciembre de 1989, por las fuerzas invasoras del territorio ocupado de la república de Panamá, da cuenta de la humillación extrema a la que fue sometida la patria cuando nuestra bandera nacional, fue tirada al suelo y apuntada con las armas del ejército más poderoso del mundo que, causó graves daños en miles de vidas cegadas, especialmente de civiles, daños materiales y morales a la república de Panamá, de la cual aún no hemos podido encontrar reparación alguna a pesar de que dicha cruel acción militar fue declarada ilegal a la luz del derecho internacional por la ONU el 29 de diciembre de 1989.
El29 de diciembre de 1989, la Asamblea general de las Naciones Unidas (ONU) condenó la invasión de los Estados Unidos, como una flagrante violación al derecho internacional, con 75 votos favorables, 20 votos en contra y 40 abstenciones.
La invasión violó convenios internacionales y el derecho humanitario, al igual que normas internacionales sobre derecho humanos (Derecho internacional).
Igual, redujo a cero la soberanía de Panamá; igual el estado de derecho reducido a cenizas.
La pregunta que nos hacemos y debemos hacer todos los panameños, es el por qué, los gobiernos que le sucedieron a la invasión, nunca exigieron ante la Corte Internacional de la Haya, la reparación e indemnización por la destrucción de bienes y vidas de miles de panameños. Desde el punto de vista jurídico, el derecho internacional, una pretensión como la señalada era y es viable. Además del DAÑO MORAL, causado a la república de Panamá y a los panameños.
El tipo de daños causados por los Estados Unidos, a Panamá, por tales actos de barbarie y lesa humanidad, la exigencia de exigir indemnización por los daños económicos y morales, siguen constituyendo una asignatura nacionalista del estado de Panamá.
En mi humilde opinión, seguro estoy, que la cuantía de esa reclamación, pudiera ser multimillonaria (aunque justo señalar que ninguna cuantía, daría por satisfecho el golpe moral que sufrió la república de Panamá del cual aún no se ha recuperado).
Ahora bien, no solamente lo anterior, El Estado de Panamá, tiene el deber moral, de exigirle a los Estados Unidos, perdón por tan miserable, cruel y bárbara agresión.
Algunos escribirán, lo planteado por el jurista Ramiro Guerra M, es iluso. Talvez por el predominio de la fuerza del posible estado demandado, los Estados Unidos. Pero una iniciativa como la sugerida, nos hace grande, un pueblo y país digno, con amor propio y sentido de patria. Esa iniciativa de seguro, que ocupará un sitial, en la historia de la lucha nacionalista del pueblo panameño, porque el respeto a la dignidad de nuestra patria no se mendiga, sino que se exige.