Por Carlos Ochoa E.
La aparición de los partidos políticos contemporáneos se remonta a la revolución francesa en 1789, cuando es desplazada del poder político la monarquía absoluta para dar paso a la república. Allí también nace el concepto de izquierda y derecha, desde una mirada social y política. Los revolucionarios franceses se dividen en dos bandos; los extremistas que piden la cabeza del Rey Luis XVI, muerte al Rey, y los moderados, que solo pedían eliminar del poder político a la monarquía. En el salón donde se debatía el tema, los extremistas, “el pueblo” se sentaron a la izquierda, la montaña, y los moderados que no pedían cambios radicales se sentaron al lado derecho.Para América Latina, al independizarse las colonias de España, se toma el modelo de la Revolución Francesa como prototipo, así aparece en el escenario político y social, la democracia representativa, solo para elegir y ser elegido. En ese orden de cosas se configuran los partidos políticos conservadores y liberales, con el mismo tinte de la revolución francesa, y así arribamos al siglo XX.
Dos hechos políticos y sociales marcan el siglo XIX, la aparición de los primeros sindicatos, Inglaterra, década de 1820 y la aparición del Manifiesto Comunista, 1847, escrito por Karx Marx y Friedick Engels, y luego tenemos la Comuna de Paris, 1871, donde el pueblo se toma Paris el gobernó por tres meses. Para el caso que nos ocupa, la independencia o separación de Panamá de Colombia se da desde la premisa de la lucha entre liberales y conservadores, los que querían que permaneciéramos unidos a Colombia y los que propugnaban por la separación. Así las cosas, la alternativa del poder político se daba cada cuatro años entre ambos bandos, en Ambos casos los partidos estaban dirigidos por la misma clase social. La oligarquía o burguesía, sea la clase social dominante, dueña del poder económico.
El triunfo de la Revolución Rusa y la conformación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1917, da paso a la aparición de los partidos comunistas y socialistas en todo el mundo y Panamá no fue la excepción, así aparece el partido socialista en la década de 1930 y el Partido del Pueblo, Comunista en la siguiente década, igual que apareció el partido feminista, pero ninguno con posibilidades de llegar al poder político, o sea gobernar el país. A lo largo de casi todo el siglo XX, surgieron en el país una infinidad de partidos “políticos” todos de derecha y manejados por la oligarquía, cuya única finalidad era alternarse el poder político cada cuatro años.
El golpe militar de 1968 puso fin a los partidos políticos, fueron proscriptos por una década, hasta después de la firmade los Tratados Torrijos-Carter en 1977, y precisamente en ese momento nace el partido Revolucionario Democrático (PRD), con una propuesta distinta, ideológica, un partido Social Demócrata, que hasta donde sé sigue formando parte de la Internacional Socialista; pero como se dice en buen panameño: “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Y así, sin que nos diéramos cuenta, como un parto sin dolor, el PRD, sigue al pie de la letra las políticas neoliberales de la peor calaña, haciéndole el mandado a las transnacionales y a los organismos internacionales del empréstito. Para muestra, el Contrato minero y el endeudamiento a mansalva del país. En la práctica el PRD, no es más que otro partido neoliberal.
Nuestra burguesía no se ha preciado de ser inteligente, como otras de América Latina, pero si algo de astuta y perversa. No necesita llegar el poder político, al gobierno, sobornan y chantajean a la “llamada clase política”, legislativo, ejecutivo, alcaldes y representantes, todos financiados por el poder económico, unos como testaferros, otros sobornados, otros por miedo, otros porque quieren ser ricos y otros hasta de gratis les sirven a los enemigos del pueblo, aduladores y cipayos.
Tanto las izquierdas, como la derecha tienen distintos matices, desde las posturas más moderadas hasta las más radicales y por suerte aquí no nos encontramos con esos extremos, pero las políticas neoliberales que nos imponen, rayan en la extrema derecha. De allí que la brecha entre pobres y ricos es cada vez más profunda
En los actuales momentos es casi imposible llegar al poder por la vía independiente, el pueblo no tiene conciencia de clase y de llegar, por un milagro, se corre el riesgo de que le pasen factura y no dejen gobernar, caso Perú. Las alianzas, de cara a las elecciones del próximo año, todas tiene el mismo norte, ALIANZAS DE INTERESES ECONÓMICOS Y PUNTO. En nuestro país no hay partidos políticos ni ideológicos, son partidos electorales, mejor dicho, partidos electoreros. La llamada “clase política” se encuentra repartida en todos los partidos y el gran capital financia a todos los candidatos, con opciones de ganar, y la cosa es peor, cuando se hacen afirmaciones de “narcopolítica”, queda la duda razonable. ¿Qué está pasando?
El autor es Sociólogo y profesor de Geografía e Historia
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