Por Ramiro Guerra M.
Jurista, escritor y cientista político.
A propósito de la caja de seguro social.
En los últimos días, he escuchado a voceros del gobierno nacional, plantear que, todos en el país, los ciudadanos, tienen que aportar una cuota de sacrificio (aportes) para reflotar lo financiero, de tal suerte, que al programa IVM, se le de larga vida.
Dicho de esta manera, conduce, a una tesis equivocada, en tanto presupone que todos somos iguales. Eso no es cierto.
Hablemos claro y con transparencia. Veamos, ¿acaso no es cierto, que la evasión del pago de cuotas por el sector empresarial, ha tenido incidencia en las finanzas de la institución; igual la alta morosidad del estado. En el sector privado, muchas empresas, no declaran el monto bruto de los ingresos salariales de los trabajadores. Para ahorrarse sumas de dinero grandes, reportan sumas inferiores y la diferencia la pagan directamente al trabajador. En palabras sencillas, estos empresarios son evasores. Lo anterior tiene décadas de venir ocurriendo.
Igual ocurre con la evasión fiscal. Investigaciones dan cuenta, que en concepto de evasión en lo relativo a impuesto, la misma alcanza sumas multimillonarias. Este tema no puede estar ausente del conversatorio que propone el ejecutivo.
Soy del criterio, que el estado, debe legislar, para crear un impuesto de la solidaridad social, que alcance o afecte a las ganancias y utilidades que genera el sector privado. Verbigracia, los grandes supermercados, los puertos, empresas eléctricas, el canal de Panamá, empresas aseguradoras. etc…
Las últimas en concepto de venta de pólizas, recogen sumas millonarias.
No puede ser que, nuestro país, se ha constituido en un exportador de capital hacia afuera. Algún impuesto debe sufrir esas remesas de dinero que salen del país.
Otra medida que se puede explorar, recurrir a fuentes de crédito internacional, para crear un fondo de ahorro de la seguridad nacional y también con aportes definidos en el presupuesto nacional.
Bien lo escribía un amigo economista; me decía, dinero hay; lo que falta es voluntad política para impulsar estas salidas.
En este contexto, soy del criterio, que la propuesta del Consejo Nacional de trabajadores organizados (CONATO), aborda estos escenarios de cara a lo financiero para enfrentar el déficit del programa del IVM.
Además de lo anterior, el gobierno en nombre del estado, debe ir en búsqueda de millonarios recursos mal habido y en poder de corruptos y corruptores. Una política en esa dirección, de seguro que le reportaría al estado sumas millonarias.
Pedirle a los trabajadores y trabajadoras, más sacrificio, es perverso. El pueblo es castigado brutalmente por el alto costo de la vida y salarios con poca capacidad de adquisición. Este lado de la sociedad, no resiste que le extraiga suma alguna de sus ingresos salariales.
En este momento del ser o no ser de la caja de seguro social, es hora que, esa parte de los grandes ricos del país, hagan aportes.
Salvar la caja de seguro social, en vía de retorno, gana todo el país. Todos ganamos.
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