La abstención del gobierno de Panamá, ante la organización de derechos humanos de la ONU, que expresa la postura criminal de no permitir el cese al fuego y por ende que continúe el genocidio contra los niños, mujeres y ancianos en Gaza en Palestina.
Una vez más Panamá en el patio trasero dentro del basurero de la historia, actos como estos carente de valores y compromiso real por el respeto a los DDHH, hace que Panamá quede en la lista negra de los agresores y cómplices del genocidio y como uno de países sin política internacional de principios.
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