Por: Maribel Gordón C.
Economista y Catedrática universitaria. Ella representa a la mujer panameña y es parte de la propuesta de seis distinguidos panameños que las organizaciones sociales y populares de Panamá han ofrecido al país, para que conformen la Nueva junta Directiva del Canal, ocupada anteriormente solo por sectores empresariales, dado que, el 13 de febrero culminan, tres miembros, su período de nueve años en esa importante y fundamental entidad del pueblo panameño.
El sueño de los panameños humildes, luego de años de lucha por recuperar su soberanía, era que el Canal y sus áreas revertidas se constituyeran en una base fundamental del desarrollo nacional; que las ganancias que generara el Canal ayudaran a mejorar sus condiciones de vida; que las bases militares, rampa de agresión de nuestros pueblos, desaparecieran definitivamente de nuestro territorio.
La realidad ha sido otra, el canal sigue siendo un enclave, al servicio de los intereses del gran capital local e internacional, no se ha integrado al desarrollo nacional, los excedentes canaleros no han sido utilizados para atender las necesidades materiales de vida de los panameños y panameñas.
En este sentido, diversos sectores de la población panameña desde hace varios años ven con preocupación el divorcio existente entre el canal y la necesidad de trabajar por el desarrollo nacional y social. Y es que el canal y las áreas revertidas, están controladas por sectores de poder económico, que mantienen una estructura de enclave económico, garantizada, entre otras cosas, por la institucionalidad que impera en la gestión de la vía interoceánica. Por ejemplo, la constitución de la Junta Directiva (JD) de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), no representa los diversos sectores sociales del país (11 miembros, todos representantes del sector empresarial).
Diversas organizaciones nacionales, vienen cuestionando la distribución de las áreas revertidas, donde se aspiraba al uso colectivo de los recursos, sin embargo, ha sido puesta en su mayoría a favor de grandes corporaciones privadas nacionales y extranjeras; también, han denunciado el uso privilegiado de información de miembros de la JD para favorecer sus interese individuales; la aprobación de proyectos que comprometen la cuenca hídrica poniendo en riesgo el funcionamiento del canal y la vida; reclamaciones de organizaciones de trabajadores del canal por el deterioro de las condiciones laborales y el incremento de los riesgos ocupacionales; los criterios para la definición de salarios y emolumentos del director, subdirector y otros altos funcionarios de la ACP; la falta de información oportuna. Estos constituyen parte de los temas que la población demanda sean atendidos con transparencia y seriedad.
El Canal hace uso de dos de los principales recursos del país: la posición geográfica y el recurso hídrico. Por ello, el planteamiento de los sectores patrióticos por “Un Canal al Servicio de Nuestro Desarrollo Económico y Social”, está enmarcada en la defensa de los derechos ciudadanos, y en los reclamos que los recursos del Canal y áreas revertidas estén a disposición inmediata del interés nacional.
Se requiere levantar un Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, conducente a desarrollar un proyecto económico que promueva la equidad. El proyecto económico se refiere a una determinada forma de funcionamiento del sistema económico, la cual define actividades económicas fundamentales que son las que caracterizan dicho proyecto. Estas actividades económicas deben ser establecidas en función del propósito que persigue los intereses nacionales y sociales.
Esto significa, que el Canal de Panamá, siendo uno de sus principales activos, debe potenciarse en función del interés nacional: que prevalezca un enfoque integrado del canal y las áreas revertidas al conjunto nacional; que los efectos principales de cualquier inversión generen las repercusiones sociales más intensas; amplia discusión de los proyectos y alternativas que se gesten; que las potencialidades del canal tengan una visión no sólo de corto plazo sino también de largo plazo, atendiendo criterios de desarrollo sostenible; que la población tenga acceso a información oportuna y veraz, que permita al conjunto social, no solo conocer, sino y sobre todo participar. Es decir, que los recursos de las áreas revertidas potencien las metas del desarrollo a partir de una gestión eficiente y eficaz de la vía interoceánica; un canal inclusivo para el bienestar humano, que mejore las condiciones de vida de los panameños y panameñas.
Es necesario operar una estrategia que garantice la competencia de la vía acuática, frente a los cambios del contexto mundial, que mantengan la vía en óptimas condiciones y permita el tránsito seguro. Para ello, los tomadores de decisiones deben velar por acciones y medidas de gestión eficientes y eficaces del canal salvaguardando el interés nacional y social por encima de cualquier otro. Igualmente, los indicadores contables y financieros deben reflejarse en avances cualitativos que permitan garantizar el Panamá al que aspiran las mayorías de este país.
Este enfoque demanda desde lo ambiental, tal como plantean las comunidades del área, la defensa del patrimonio natural de la cuenca del canal; solucionar la grave contaminación que amenaza con cambiar la condición ecosistémica; acciones concretas contra la deforestación en las áreas adyacentes al Canal de Panamá; un uso sostenible del territorio. Desde lo laboral, reconocer que el desempeño durante estos años de operación del canal bajo administración panameña ha tenido el éxito que hasta ahora se ha desplegado por el trabajo diario de los 9,016 trabajadores del Canal que están comprometidos día a día con el correcto funcionamiento de la vía canalera para favorecer el país.
El planteamiento que hacemos responde a las aspiraciones del pueblo de participar en las decisiones de la ACP, a fin de que los recursos del canal y áreas revertidas estén en función del desarrollo nacional y social de Panamá. Consciente que la JD ejerce 17 funciones importantes para los intereses nacionales y sociales, y que por ende debe rendir cuentas.
La materialización concreta del sueño de la mayoría de los panameños aún sigue vigente. Este 9 de enero del 2022, a 48 años de la gesta heroica de 1964, panameños y panameñas de diversas organizaciones del movimiento popular, comprendiendo esta realidad, expresaron su compromiso de seguir luchando hasta alcanzar la plena soberanía y por un Canal a favor de los intereses nacionales y sociales.
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