El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Todo parece indicar que la «práctica» realizada este viernes 20 de septiembre, efectuando los depósitos a las cuentas de los tarjeta habientes pensionados o jubilados, algunos en la mañana, otros a medio día y una gran cantidad pasadas las 4 de la tarde, posibilidad de una práctica inhumana y no de un sistema colapsado. Esta situación, pudiera ser advertencia de lo que obtendremos en pocos meses.
Hay quienes sostienen que no fue falta de fondos, más bien para sobornar la mente de que no existen suficientes recursos o presupuesto para el pago de quienes por derecho propio nos merecemos esa compensación del Estado, que no es un regalo.
Todo semeja una mera y cruel «práctica» para confundir, entretener o ir acostumbrando a los pensionados y jubilados a pasar miseria. Mostrarles quién manda, determinando cuándo, dónde y cómo pondrán su plato de comida. Una total falta de respeto.
El hecho que ese famoso diálogo y mesas de trabajo, sobre la Caja de Seguros Social (CSS) no sea televisado, es un gran peligro para quienes cotizamos. Seremos los más perjudicados, bajo el beneficio total completo y supremo del gobierno central, del Ministerio de Salud (MINSA).
Es el Gobierno Central quien debe pagar por cada uno de los beneficiarios que atiende la CSS, ahora se trata de confundir a la población con el traslado de los pacientes del Instituto Oncológico Nacional (ION), para el Hospital de Cancerología, del Hospital o Ciudad de la Salud, ahorrándose varios cientos de millones de dólares en la construcción de un edificio del Estado, ya que la CSS no lo es, pertenece a los cotizantes.
Ese Hospital de Cancerología, según información extraoficial, no cuenta con camas suficientes, para la atención requerida de hospitalizados, no cuenta con farmacia, servicios de urgencia y otros detalles que posteriormente irán saliendo a la luz pública.
Peligroso ese traslado, como peligroso es la posible «práctica del pago tardío a los pensionados y jubilados», máxime a esa gran mayoría que cobran una miseria y que, muchas veces, no tienen para comprar los medicamentos que debe entregarles la CSS.
Insistimos, presidente José Raúl Mulino, esos chiquillos que nos tiramos a la calle en 1964, por la conquista del Canal (el cual recuperamos), y que pusimos muertos heridos, presos y golpeados por la soldadesca norteamericana, somos los mismos, hoy pensionados y jubilados, razón por la cual de los recursos que aporta el Canal de Panamá al Tesoro Nacional se deben destinar no menos del 25% o cualquier suma mayor a los 500 millones de dólares anuales, y desde ya, al programa de Invalidez Vejez y Muerte de la CSS, aparte de los aportes del Estado. Dios te salve Panamá.
Economista, educador, humanista.
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