El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por : Ramiro Guerra Morales.
Abogado, escritor y cientista político.
Tengo para mi el primero de mayo como una fecha trascendental.
Mis vivencias en el mundo laboral datan desde décadas. Muy pequeño, ocho años estuve cerca de esa gran huelga(1960) que protagonizaron los trabajadores en Puerto Armuelles de cara a mejorar las condiciones de trabajo. Junto a mi abuela Delfina, estuve presente en el parque donde se instalaron fogones para cocinar para los trabajadores en huelga. Igual cuando desde Panamá, el gobierno trasladó tropas, los pumas, a reprimir a los obreros en huelga.
Hacen 138 años de la jornada de los obreros de Chicago. Ellos no dudaron de entregar sus vidas con el propósito de lograr mejores condiciones de trabajo y sobre todo la jornada de ocho horas .
Como profesional de la abogacía, siempre mi norte ha sido defender a los trabajadores y a sus organizaciones sindicales.
Con mucho orgullo, ostento la condición de ser abogado de varias organizaciones sindicales y de la CTRP. Igual, me he desempeñado como colaborador externo de la OIT.
En innumerables coyunturas de lucha de la clase trabajadora, he estado presente, como lo han sido las luchas contra las reformas al código de trabajo.
Autor de varios artículos sobre el derecho laboral, publicados en revistas y libros de reconocidos doctrinantes en derecho laboral
A 138 años de aquella heroica lucha del primero de mayo de 1886, mi admiración a la clase trabajadora. Muy a pesar de esa jornada, la clase trabajadora, hoy continua librando batallas para mejorar su existencia.
Al movimiento sindical, columna de la democracia real, les ratifico mi voluntad hasta que Dios me lo permita, de acompañarlos en cuanto jornada sean necesaria, para lograr un mejor país y equidad.
Mis respeto y saludos, en este primero de mayo, a la clase trabajadora.
¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!
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