El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado , escritor y cientista político.
Si me preguntan, si la actual coyuntura electoral, se distingue de anteriores proceso electorales, contestaria, ninguna.
Promesas al mejor estilo de abarrotería y baratillo, para ganar votantes.
Salvo excepciones, nada de planteamientos programáticos y peor, ausencia de definiciones ideológicas que, se traduce en posturas de un exacerbado pragmatismo de derecha.
No hay definiciones en torno al como administrar la economía y el estado. Lo que indica, que se mantendrán en la lógica neoliberal y fondo monetarista.
Hay propaganda electoral, que repugnan como la de un candidato donde aparece una dama cuyos senos fueron objeto de cirugía, por un tumor canceroso. La usan para vender la promesa de construir centros o hospitales especializados en diferentes provincias.
No me parece digno ese tipo de propaganda.
Se venden proyectos multimillonarios, pero el panameño se pregunta y de donde saldrá el dinero.
El discurso electoral, es en demasía falsario. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se piensa.
Nos preguntamos ¿caerá el pueblo otra vez, seducido por los cantos de sirenas de las maquinarias propagandísticas de los partidos.
Tengo para mi, que la mayoría de los candidatos, no tienen idea de la crisis que se vive. Su potencial post electoral.
Hablar de desarrollo sostenible, sin una democracia participativa, es pura demagogia.
No se trata de pesimismo alguno, sino que el hoy nos indica que el mañana, de seguir con lo mismo, tenderá a agravar la crisis. Amanecerá y veremos. Como dice el amigo Dr. Dídimo Escobar, así de sencillo es la cosa.
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