El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M.
Los varones del club de productores de armas, hoy sin «alma que lleva el diablo», desde gobiernos que controlan, buscan recuperar espacios disminuidos de mercado que la paz relativa trajo y hoy vemos cómo se amplían los escenarios de confrontación bélica. El objetivo, buscar que el negocio del armamentismo, retorne su bella época de esplendor de la guerra fría y que dicha actividad sea la locomotora que mueve su gran negocio. Problemas de hegemonías, geopolítica, claro que los hay y no por casualidad, observamos a actores y protagonistas, tirándole más combustible al fuego. El escenario Rusia- Ucrania, OTAN y Occidente, ahora se complementa con el lanzamiento de misiles Iraníes, a una base de la Mossad de Israel en Irak, donde el gobierno de Irán, señala que desde allí se fraguaron ataques y todo tipo de actividad contra su país.
Estados Unidos y Israel, en un comunicado, condenan el ataque Iraní y subliminalmente sugieren que el ataque será retribuido. No es cierto que en la guerra perdemos todos, si la mayoría del planeta. Los que si ganan son los grandes financistas y productores de mercados de guerra.
Estamos ya entrado en un época, donde el armamentismo será la nota predominante. Dinero y financiamiento en abundancia habrá para esos menesteres. ¿Que pinta nuestra región latinoamericana y nuestro país en toda esta lavorágine de conflictos bélicos que trascienden al planeta y la economía? Tenemos un canal estratégico para el comercio mundial, cerca del 5 por ciento de la carga o comercio marítimo y somos importadores de alimentos y insumos energéticos y sus derivados. Efectos positivos o negativos,lo cierto que el país debe armarse de una estrategia clara, emulando experiencia pasada, saber sacar provecho de la situación mundial. El gobierno tiene que hablarle claro al país e informar de cómo vamos a abordar la realidad arriba descrita.
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