Ayer por muy poco no ocurrió una hecho fatal a la entrada del estadio Rommel Fernández.
Definitivamente los miembros de la Policía Nacional no tienen capacidad para proteger la vida de los ciudadanos.
Creo que la capacidad del estadio fue excedida.
Pero, aun así los encargados de nuestra seguridad debieron tomar las medidas correspondientes.
Se formó un embudo humano cuando los fanáticos hombres no recibieron las instrucciones para saber en cual fila colocarse.
Los policías empujaban con escudos de metal a la mole humana, entre la cual también iban mujeres y niños.
Como siempre gracias a Dios no se dió una tragedia.
Esta institución tiene una mentalidad represiva, antes que preventiva.
No tienen don de mando, ni claridad en cuanto a lo que tienen que hacer.
Y era fácil, solo tenían que redirigir a los hombres a la fila que les correspondía.
Que situación más fea pasamos, cuando hasta con gas pimienta nos amenazaron.
Eso hubiera ocasionado un caos y posibles lesiones o muertes.
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