Por: Changmarin
Rafael Pito
Murgas
En estos días el P.R.D. agasajó a Rafael Murgas, periodista y político que tuvo destacada actuación revolucionaria en Veraguas. En honor a Pito queremos acotar estas notas. como testigo presencial de algunos hechos que dibujan su personalidad.
Pito Murgas y su esposa, Celmira Torraza García
Eran los días del poder oligárquico, no obstante, por los virajes de la historia panameña. Pito Murgas llegó a la gobernación de la provincia de Veraguas. Entre los diversos problemas de tierra que aquejaban al campesinado pobre de aquella región había uno, de larga data. El latifundista prepotente mandó a cercar tierras en las cuales, por decenas de años los campesinos vivían de la poca agricultura. Cuando los comisionados campesinos plantearon al Gobernador Murgas su angustia y la situación de injusticia en que habían quedado, Pito, sin parpadear les dijo: «Muchachos, tumben las cercas; corten esos alambres». «¿Pero si nos meten presos?, -contestaron los hombres del campo. Y la respuesta fue la misma: «Corten allí los intrusos son los alambres»...Esto le valió a Pito, desde luego, la pérdida de la gobernación, mas a la larga, los campesinos ganaron el pleito. Pero hay otra estampa: El Comité Regional del Partido del Pueblo, bajo la dirección política del que escribe, denunció que un casa teniente y latifundista local, tenía acaparada siete hectáreas alrededor de Santiago, en la cuales vivían cientos de familias. Se constituyó el comité de defensa de esas tierras, y se comprobó legalmente que el latifundista había vendido a la nación dichos lotes, pero seguía cobrando lotes de ellos. El gobernador Pito Murgas, al entregar los formularios provisionales a los moradores, después del triunfo de esa lucha, determinó que cada certificado oficial llevará la firma suya, como gobernador, y la nuestra como Secretario Político del Partido del Pueblo. Hoy todos los que viven entre la Interamericana y la calle Décima, y por la calle que de allí sale al estadio, tal vez: no sepan que eso fue fruto de la lucha de los comunistas y de un gobernador que aún en aquellos días, no le temía al cuco del comunismo, e incluso estableció un precedente (todavía hoy hay funcionarios no sólo con miedo sino con la colonia anticomunistas en la mente). Y cuando el pueblo veragüense paró por 14 días las actividades; se tomó el poder en la provincia, mediante una insubordinación sostenida con las milicias populares. junto a Manuel Celestino, Pito Murgas, en un mitin desde la placita de Santiago hizo un llamado a la revolución. Propuso proyectar ese hecho al resto del país, aunque su llamado hecho en 1952, desde luego quedó como otro precedente. Aquella vez la chispa no pudo prender suficientemente, ya que el fenómeno tenía una incubación local. Pito actuó consecuentemente con los que combatíamos en aquel esfuerzo; dentro de la época republicana, el más totalizador y revolucionario y aunque él, como Manuel Celestino González sabía que marchaban con diversas fuerzas y con los comunistas en las primeras filas, comprendieron plenamente el sentido de la unidad.
Hoy cuando diferimos en aspectos ideológicos y políticos, como la posición que tiene Pito en relación a la China Popular y a Estados Unidos, totalmente distinta a la mía, hacemos este reconocimiento, de los aspectos trascendentes de este luchador, para que los fijen en la historia y sirvan de ejemplo a quienes creen que la revolución sólo empieza cuando ellos se han tirado al ruedo, desconociendo las batallas aleccionadoras del pasado.
CHANGMARÍN.
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