El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Narrativa Corta.
Autor: Ramiro Guerra M.
Cuatro de la mañana Cecilia está por terminar de cocinar. Una costumbre de muchos años.
Faltando poco para salir, su madre le ayudaba a preparar cientos de platos de comida.
Acompañada de colaboradores, salía hacia algún punto de la ciudad.
Me contaba uno de los jóvenes, que fueron a parar a un sitio muy cercano a un hospital. Cecilia gritó; llegamos con la comida y en cuestión de minutos fueron llegando una masa de individuos como si habían salido de un mundo subterráneo. Era obvio, su condición humana deteriorada por las drogas. Jóvenes todos hechos un harapo y algunas embarazadas por quien sabe. Otras y otros con sida. Todos y todas, aún en sus desvaríos, conocían a Cecilia. Poco a poco se fueron retirando para desparecer en el fondo de la tierra. Allí vivían como colmena. Humanos de inframundos, que por cierto, existen en el corazón de la ciudad.
Mal vestidos y cabelleras que no saben o conocen de peinillas. Han perdido todo sentido de dignidad y humanidad; peor para ellos; Dios es un extraño, una pérdida de tiempo.
Así como aparecieron, se fueron a su inframundo, con la esperanza de que Cecilia, volvería.
Sitios como el descrito, existen mucho más en la ciudad.
Son nuestros zombis; fueron hecho así por la propia sociedad. Abandonados a esa suerte de degradación humana.
Mientras falsos profetas, políticos sin criterios de humanidad, rodeados de toda clase de lujos, se declaran los más cristianos.
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