El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Hace algún tiempo en Chitré, con el envenenamiento del Río la Villa por atrazina y recientemente en otros casos similares en diferentes partes del país, pasó la misma historia, en donde un par de bellacos medraron de la necesidad de la población y de una manera artera como asquerosa.
Se ha perdido el sentido de la solidaridad, surge y emerge cada vez más, el espíritu egoísta que se ceba en medio de circunstancias en donde nuestra gente lo que requiere es la asistencia fraterna, solidaria y el sentido de patria, muy lejos del oportunismo y la actitud fría y tenebrosa de la extorsión y el chantaje en medio de la debilidad y la necesidad.
Muchas cosas debemos atender en nuestra sociedad con urgencia, y ésta es una de ellas, porque expresa hasta dónde, nos ha carcomido la corrupción y el espíritu de la avaricia que; sin reparo alguno y por encima de principios fundamentales de convivencia, se interpone groseramente para hacer de nosotros, una sociedad salvaje, llena de inescrupulosos y de buitres, donde vale más el dinero como sea, que nuestro trato digno y decoroso con nuestra gente.
¡Así de sencilla es la cosa!
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