Por: Vladimir Romero Miestalski (abogado)
Todo parece indicar, que en tiempos pre-electorales un porcentaje importante de la población panameña ha hecho suya una frase anticristiana que dice: «ROBÓ, PERO HIZO», expresada de manera simplista por panameños (as) de edades y ocupaciones diversas, entre estos agentes de seguridad de bancos, policías, taxistas, estudiantes, incluso algunos docentes y lo más curioso hasta religiosos de distintas congregaciones y cultos.
Lo que nos llama poderosamente la atención, es que gran parte de esta población se autodenomina CRISTIANA, sean católicos, evangélicos, adventistas, bautistas, cuadrangulares, etc., por lo que, es preciso recordar a este pueblo que se dice de Dios, que de acuerdo a la historia narrada en el libro de Éxodo, Dios escribió con su dedo los 10 mandamientos en dos tablas de piedra y se los entregó entre truenos a Moisés en el monte Sinaí. Representan la ley que Dios entregó al pueblo de Israel y que hoy rige la moral del Cristianismo y del Judaísmo.
Profundizando más en el tema, se sabe que los tres primeros mandamientos están relacionados con el amor a Dios y los otros siete, con el amor al prójimo. En ese sentido, según recoge la versión digital de la Enciclopedia Católica, los mandamientos divinos están considerados obligatorios para cada criatura humana y su violación se toma como una ofensa dolorosa o mortal contra Dios.
En ese orden de normas divinas, el que traemos para la reflexión es el mandamiento número 7, que al parecer ya lo olvidó gran parte de la población: NO ROBARÁS, según explica el Catecismo de la Iglesia Católica, el séptimo mandamiento prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes. Prescribe la justicia y la caridad en la gestión de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres. Con miras al bien común, exige el respeto del destino universal de los bienes y del derecho de propiedad privada. La vida cristiana se esfuerza por ordenar a Dios y a la caridad fraterna los bienes de este mundo.
Finalmente, debemos indicar que pese a que la población ha etiquetado a un ex-gobernante, con el lema «ROBÓ, PERO HIZO», por alguna infraestructura ejecutada durante su administración, pero justificando con esta expresión que ha robado; igualmente, los otros ex-gobernantes podrían también disputarse esa frase en sus respectivas administraciones, porque una gestionó la construcción del puente Centenario, sin embargo, en su gestión se escondieron Duro- dólares y desaparecieron estatuas de “juegos de antaño”; mientras otro gestionó la ampliación del Canal, y por otro lado, se malversaron recursos destinados a las escuelas (escándalo de la fibra de vidrio), se revelaron los Afú-dólares del caso CEMIS, por mencionar algunos.
La población debe rechazar este lema venga de donde venga, ya que jamás puede justificarse robar, sustraer, malversar los fondos públicos, porque ese mal denominado “ROBÓ, PERO HIZO”, constituye una acción mucho más grave, equivalente a quitar la vida a muchos, ya que, por la falta de esos recursos mueren de hambre niñas y niños todos los días y se acuestan sin comer más de 500 mil personas al día en Panamá.
Bueno, el 5 de mayo de 2024, amanecerá y veremos si el pueblo panameño después de 2 mil años sigue eligiendo a Barrabás (EL LADRÓN) y crucificando al Cristo.
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