El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Lic. Víctor Collado S.
Como estaba programado, el lunes 16 se iniciaron las conversaciones en el Palacio Presidencial sobre la CSS, pero tal como ocurrió en el deslucido diálogo nacional de 2023, en el Parlatino, aquella y éste empezaron con críticas agrias sobre la metodología que se ha impuesto en las mesas de trabajos.Aunque el sector social exige claridad sobre los indicadores que guiarían las conversaciones, el gobierno reacciona con oídos sordos porque, según su decisión, busca que a fin del mes de octubre, a trocha y mocha, exista un documento de reformas que pasaría a sesiones extraordinarias de la AN en los meses de noviembre y diciembre. Se agrega la condición dispuesta por el Presidente, que las propuestas que se hagan en las mesas de conversación deben ser presentadas con el debido respaldo económico que harían viable o no la aprobación de una u otra medida sobre los servicios médicos y el régimen de pensiones.
El Presidente no demoró nada para dejar en claro que se guardará cualesquiera sean las ideas que tenga y sólo después que se hayan escuchados las de las partes invitadas, se sabrán las suyas en el Proyecto de Ley que se presentaría para la decisión de los Diputados.
Reseñado el asunto, todo indica que las reglas del Ejecutivo lucen de un talante tan draconianas que solo un prodigio de fuerzas extrañas, subterráneas y poderosísimas podrían hacer posible un pliego de reformas a la Ley 51/05 con las que coincidan todos los invitados a conversar.
Todas las señales apuntan que el Gobierno tiene un proyecto sobre la CSS que no va a depender del resultado de las 2 mesas. Lo que se diga en las mesas podrían tener la posibilidad de ser incorporados al proyecto oficial, pero eso es otra cosa ya que en las materias donde no se produzca consenso, el tema queda a decisión de la última palabra del Ejecutivo. (La Estrella de Pmá, 20/9/24).
El gobierno tiene el pie puesto en el acelerador y, según se advierte, lleva el impulso de una marcha forzada sin pausa posible.
Debe recordarse que el sector social nunca ha planteado que la situación de la CSS pueda reducirse al análisis de 2 temas. El asunto de los servicios médicos, por ejemplo, es un monstruo de mil cabezas, muchos de los cuales, incluso, no dependen de una reforma legal, y el IVM, en particular, es el talón de Aquiles de la seguridad social.
CONATO, hace muchos años y en su Proyecto de Ley 748 de 2022, está planteando una REFORMA INTEGRAL al régimen legal de la CSS. Con todo y que el IVM es fundamental, no es el único problema de La Caja a sabiendas que la Institución necesita un replanteamiento estructural de fondo para que el diseño de las pensiones tenga sostenibilidad financiera y un sólido piso político que le asegure estabilidad y proyección a la CSS.
Los sectores privados se enfocan en el programa de pensiones y algún otro programa porque, de acuerdo a cómo sacan sus cuentas, eso es lo que debe generarles ingresos en materias de administración e inversión de recursos. Con esta visión, la preocupación de los empresarios no estaría orientada tanto en afianzar un futuro decente para los cotizantes y beneficiarios; sino en asegurar agua abundante y segura para sus molinos.
Luego de lo dicho, seguiremos tratando detalles sobre las conversaciones teniendo presente que están programadas para 2 días durante 7 semanas con una duración de 3 horas por reunión, es decir, 14 días netos y 42 horas más o menos, del 16/9 al 31/10.
