El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Lic. Victor Collado S.
Estando en los días finales de las mesas se conversaciones sobre la CSS , queda hacer referencia sobre la postura del sector académico e intelectual que han aportado luces en la construcción y consolidación de una visión nacional sobre la seguridad social.
Destaquemos, para empezar, con la Universidad de Panamá que, a través de la Vicerrectoria de Extensión, elaboró un estudio sobre «Seguridad Social y Sistema de Pensiones en Panamá: Crisis y Alternativas Sociales», fechado el 6 de marzo de 2021.
En lo básico se plantea que la solución que debe dársele al modelo de seguridad social deberá concebirse como «…un enorme problema multidimensional en los órdenes social, económico, institucional y político». Y sin sugerir una respuesta directa, el documento advierte que una política que genere reducción en el alcance y beneficios de la seguridad social conllevaría una profundización en las brechas de la desigualdad laboral y las desigualdades socioeconómicas.
Se añade un listado de 16 sugerencias en favor de la solidaridad en el sistema de pensiones.
Resulta oportuno enfatizar que, en su conjunto, las iniciativas de CONATO, de junio de 2011 (ver Parte # 4 de esta serie de opiniones «Salvando la CSS») se compaginan con la investigación universitaria de marzo 2021.
La posición de CONATO, en lo general y especialmente en lo relacionado con el destino solidario del IVM, tiene un alto grado de sustentación en los contenidos doctrinarios, legales y estadísticos del documento de los catedráticos.
El economista Felipe A. Argote en su obra «»Cómo solucionar la crisis del Seguro Social ya. Sin paramétricas», 2024, propone, en cuentas resumidas, medidas como las siguientes: 1) que los jubilados con 65 años no aporten al programa de enfermedad y jubilación, siempre que no reciban el monto máximo de la pensión, 2) que el monto de las pensiones se ajuste cada 2 años como ocurre con el salario mínimo, 3) que los emprendedores paguen el 5% a base de un sueldo mínimo para enfermedad y maternidad y 5% más si desean aportar a su jubilación, 4) que los hombres a los 62 años y mujeres a los 57, no recibirían pensión de jubilación a no ser que salgan del mercado laboral, y 5) que los que sigan laborando teniendo la edad para el retiro, el 100% de su aporte pasaría a su cuenta individual hasta el día que decidan dejar de seguir trabajando.
El Prof. Juan Jovane, en su acostumbrada militancia como aliado del sector social, también ha contribuido a la sostenibilidad de la Institución y la vuelta al sistema solidario en las pensiones, en los términos exigidos por los sindicatos y organizaciones populares.
Se agrega el Licenciado Rene Quevedo con su acostumbrada bitácora de cifras, estadísticas y proyecciones que no dejan de ser excelentes auxiliares para los análisis, con independencia de sus preferencias finales.
El recuento que antecede, sin duda, no agota la lista de intelectuales y académicos aunque no sería prudente alargar el listado de las personalidades que han sumado sus ideas y observaciones sobre la CSS, en prevención de lamentables omisiones. En todo caso, los que hemos destacado son buenos ejemplos de mentes preparadas, vinculadas con el desarrollo de la vida socio-económica y política del País, cuyas expresiones merecen ser tenidas en cuenta en los actuales momentos críticos para la seguridad social, en su condición de derecho humano fundamental de todos los panameños/as.
