El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
SEÑORES DIPUTADOS.
Al inicio de la república, se dio el acto oprobioso que marcó por décadas el curso de la nación. Se negoció un tratado, el Hay Buneau Varrilla, que redujo la patria a una condición abyecta, a una especie de tutela perversa por parte de los Estados Unidos. Un país intervenido groseramente.Generaciones de panameños derramaron sangre para librarnos de un enclave oprobioso y que golpeaba duramente nuestra dignidad e integridad.
Hoy la patria está amenazada con la eventual aprobación de un contrato ley que avalaría las operaciones de una empresa transnacional que usufructúa nuestros recursos naturales arbitrariamente, al margen de cualquier amparo de derecho. Se trata de First Quantum Ltd. y su subsidiaria en Panamá, Minera Cobre Panamá. Ustedes saben que esta empresa ha estado operando ilegalmente dado el hecho que el contrato ley que le amparaba fue declarado inconstitucional desde el año 2017.
Ha incurrido, dicha empresa minera, en un desprecio y desacato inaudito a nuestra soberanía y a nuestra jurisdicción. Ha continuado operando y extrayendo nuestro cobre, oro y otros minerales, con utilidades multimillonarias y el país recibe sumas irrisorias.
Como saben ustedes, el Ejecutivo anunció que se había negociado con esta empresa y que estaba en proceso la redacción del contrato para después ser enviado a la Asamblea. A la fecha, no hay nada concreto y lo único que se sabe es que dicha empresa entregará sumas que rondan los 390 millones anuales. Nada serio cuando se estima que esa empresa tendrá utilidades anuales que podrían alcanzar los 300 mil millones. Con razón se señala que está en cierne un asalto a la nación.
Traición a la nación sería aprobar ese contrato a tambor batiente, sin que medie consulta a la ciudadanía. Ustedes corren con esa responsabilidad o el dilema de velar por los intereses nacionales.
Para su información, los que se sentaron a negociar con el Estado, no son los reales dueños de Minera Cobre Panamá. En esa empresa hay estados como el de Corea, que controlan el paquete accionario, lo que constituye una flagrante violación a la Constitución del país.
La minería debería servirnos para sacar al país de la impresentable desigualdad y de la pobreza si logramos ser socios en condición de igualdad, porque toda esa inmensa riqueza es patrimonio de todos los panameños y una vez que se saque y se la lleven manos ajenas, nunca más volverá a regenerarse, por lo que ahora debemos decidir con sabiduría en el sentido que si no somos socios, poniendo nuestro mineral, es mejor que todo se quede allí hasta que algún día pueda extraerse con justicia para poder que traiga paz y progreso al país.
Señores diputados, les toca a ustedes empinarse y parar ese zarpazo a la nación.
Tocará a ustedes, así como lo hicieron generaciones defendiendo el honor y orgullo nacional, previa consulta con los panameños y puesto en evidencia la no viabilidad de lo que el ejecutivo le envié para su aprobación. El pueblo y sus familias los miran. No caigan en la abyección y genuflexión de ser cómplice de una aberración que lesiona a la nación panameña.
No se constituyan en los nuevos Buneau Varillas. Eviten lo que podría ser un claro asalto al país. No obliguen a que una generación en el futuro tenga que inmolarse para poder sacarse las cadenas de ignominia que podrían ustedes imponerles y cohonestar ahora.
Consejo Editorial de El Periódico de Panamá.
Ramiro Guerra Morales.
Gonzalo Delgado Quintero
Mallela Vannesa Pérez Palomino,
Roberto Bruneau y
José Dídimo Escobar Samaniego
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