Victoriano Rodríguez Santos
Raúl Mulino y los Radares que fueron un escándalo de la empresa italiana Finmecanica. Seis helicópteros, 19 radares, un sistema cartográfico digital y el esbozo de un proyecto de cárceles modulares son las piezas de un rompecabezas que ha sumido al gobierno de Panamá en una sombra de supuesta corrupción que no halla frontera, pero él dice que no tienen nada que ver con la corrupción, a pesar de que Panamá pagó el doble del precio del verdadero costo de dichos elementos. No se nos ha olvidado Lavítola, que cantó y está dispuesto a que lo inviten para dar un concierto en nuestro país.
En su momento había ocho candidatos a cargos de elección popular, a la presidencia, para las elecciones de 5 de mayo. Cinco personas por los conglomerados de los partidos políticos y tres por libre postulación.
Cada uno de estos candidatos cumplió con el procedimiento requerido por el Tribunal Electoral, es decir aquellos que son postulados por partidos políticos tenían que ser electos por la convención o congreso y el estatuto mandatorio de él o los partidos políticos que le apoyaron, mientras que los candidatos de libre postulación o independientes tenían que cumplir con una cantidad de firmas mayoritarias entre los participantes a ese cargo. Hasta aquí, todo normal, todo correcto, sin embargo;
Dicho esto, una vez que la Corte Suprema de Justicia emite una sentencia condenatoria a uno de los candidatos presidenciales (por Constitución se le inhabilita) y como ya ha pasado el procedimiento de postulación y escogencia, por los conglomerados políticos, por sentido común y lo dispuesto en estatutos de ese conglomerado, ninguna persona pudiera ocupar esa designación.
Como bien recordaremos el candidato hospedado en la Embajada de Nicaragua, cuando fue electo por su conglomerado, decidió que su acompañante de fórmula sería su esposa, situación que al parecer ella misma quedó sorprendida y posteriormente escogió al abogado Mulino.
Debemos recordar que las personas que acompañan al candidato presidencial no son escogidas por el conglomerado político. Este acompañante, generalmente, es escogido de a dedo por el candidato principal.
Al parecer el Tribunal Electoral no tomó esto en cuenta y en una Sala de Acuerdos, acepta la candidatura a la presidencia del licenciado José Raúl Mulino, quien no fue escogido por el conglomerado político y el tiempo para hacerlo es pasado, por lo que salvo mejor criterio y de derecho, el Tribunal Electoral pareciera estar violando su propia reglamentación y la ley al aceptar como candidato al licenciado Mulino.
Cada uno de los siete candidatos, que cumplieron con la normativa deberían reunirse con sus asesores legales y tomar una decisión efectiva que impida que el Tribunal Electoral actúe contraviniendo, si este fuera el caso, con los estatutos o reglamentación de los partidos políticos.
Obviamente, si yo fuera candidato, no participaría en ningún evento que llame el Tribunal Electoral, televisora u organización alguna y esto incluye el evento de hoy en Chiriquí, si incluyen a una persona, quien quiera que fuere, que no haya sido escogida por su conglomerado, porque esto sería violatorio a los reglamentos de cada partido y una intervención directa en la vida política partidaria violentando lo que ellos mismos han reglamentado.
Pudiera estar equivocado, por no ser especialista en hechos electorales, sin embargo el sentido común, que es el menos usado en política, nos lleva a pensar que pudiera existir usurpación de funciones en lo que respecta a los reglamentos de los partidos políticos, en este caso, Realizando Metas y Alianza, aún cuando les convenga.
Para concluir, hay un candidato que voluntariamente renunció a la ciudadanía panameña y que, hasta donde se sabe, la Asamblea de Diputados no ha hecho el trámite de restitución de su ciudadanía, porque al parecer la persona no la ha solicitado. ¿Qué dice de estos dos casos el Tribunal Electoral? Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista y patriota.
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