Siempre hago un esfuerzo de ver más allá de lo que se presenta a primera vista.|

Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.    

¿UN DESLIZ? Me cuesta creer que un policía de carrera, que llega a Director de la Institución, haya cometido semejante violación a la constitución nacional, llevando al cuerpo policial, a un pronunciamiento solidario con el ejército y la policía colombiana, que ha sido objeto de condena internacional, por la brutal represión contra su pueblo. Fue sencillamente una orden que provino del él y ningún otro alto oficial, se dio por enterado. El ordenamiento legal que rige la institución, igual el texto constitucional, señalan que ningún subalterno está obligado a acatar una orden, que conduzca o conlleve a una violación al ordenamiento jurídico.

Correcta la decisión de la autoridad nominadora, de destituirlo del cargo, pero dicha acción, no resuelve algunas dudas del por qué semejante desliz y sobre todo, cuando casi al unísono, lo hicieron instituciones similares de otros países. Razonable, la pregunta que se hicieron algunos editoriales de medios alternativos (Bayano) en el sentido de que fuerza pública hemos creado y estamos formando.

Recuerdo, que en el pasado, se ensayó una doctrina de seguridad con énfasis en el respeto a los derechos humanos. En una ocasión, hacen varios lustros, en la asamblea se consensuó un documento parecido o similar. Algunos medios en la región han dado a conocer, que ideas de contención y represión, están impregnando los institutos policiales y militares. Se tienen a los movimientos sociales como enemigos de la patria.

Como panameño y ciudadano, resulta necesario que el gobierno nacional, dé a conocer la doctrina que le sirve de norte y filosofía a nuestra fuerza pública.  La duda queda, ¿fue una decisión unilateral del comisionado jefe de la policía?  Seguramente, es un capítulo de un libro que no termina ni concluye.