Eduardo A. Reyes Vargas
A seis meses de su toma de posesión, nuestro Presidente Licenciado José Mulino presentó un informe que, en sus últimos párrafos crea esperanzas a nuestro país.
Resalto, lo más sustantivo, que me impacto en forma positiva.
Permitir acceder a medicamentos de buen precio a los panameños es una contribución humana significativa que mejora parte de la calidad de su existencia
Hacer un intento a corto plazo y mediano largo plazo de dotar de agua a comunidades históricamente “gorgojas” es otra medida cargada de humanismo y cumple un derecho de vida.
Reducir un estado ineficiente, no puede esperar.
Pero en ese tema debe iniciar por disminuir el clientelismo y el nepotismo pandémico en nuestra nación.
Hay instituciones con funciones similares que pueden situarse en una sola
Un Ministerio de la Familia como idea significativa de la unidad familiar, puede acoger otros ministerios y varias secretarias que quizás están dispersas en sus funciones.
El verdadero mérito y la competencia académica es fundamental para aspirar a posiciones en el gobierno como clave para profesionalizar y adecentar nuestros servicios públicos.
Los logros expuestos en varios sectores son loables con unas finanzas públicas por el suelo.
Toca a la justicia y fiscalización férrea recién inaugurada en este gobierno con nuevo Contralor y Procuradores castigar a quienes destruyeron las finanzas en base a la corrupción y la impunidad.
Bienvenido la alfabetización ciudadana para ir a una reforma estructural de nuestra constitución de acuerdo a un siglo 21 y no a debilidades que son herencia de espíritus monárquicos.
Esperemos que la Justicia se realice.
En salud los logros como se admite son muy modestos.
Esperamos que al concluir la aprobación de las reformas a la ley de la Caja del Seguro Social, se inicie una verdadera renovación en la atención de la salud y la enfermedad, que pasa por sus peores momentos de nuestra historia.
Humanismo y trato cortes, casi inexistente.
No hacerlo, es permitir muertes prematuras, invalidez y sufrimientos a un pueblo enfermo.
No se pueden pagar salarios atractivos a los improductivos, a los deshumanizados, a los corruptos y a los que le dan cada día la espalda a los pacientes y a la ciudadanía em general.
Las Direcciones de Recursos humanos de todas las Instituciones tienen las herramientas para ello. Salvo opten por una complicidad de clase.
Eso es despilfarro y quizás dolo.
Falta el limitar viajes al extranjeros de los miembros de los tres poderes del Estado y en otras instituciones gubernamentales.
Todos deben ser aprobados en Contraloría si realmente traerán beneficio al país que invierte en ellos. Muy escasa posibilidad de lo último.
Los problemas están en Panamá, no en el extranjero. Aquí se necesitan sus soluciones.
Basta el turismo “oficial” sufragado por nuestros impuestos
La pobreza y extrema pobreza campea en Panamá. Basta de abofetear y humillar a nuestro pueblo.
El desempleo es preocupante y la informalidad se toma la calle con sus efectos negativos en lo social.
¡Qué hemos avanzado con tantos viajes inútiles?
¿Hasta cuándo sufragar eventos inútiles?
Son parte de los caminos desviados que aún hay que enderezar.
Las leyes obsoletas que permiten tanto despilfarro deben fenecer.
Es hora de crear una institución que por encima de la Corte Suprema, revise ciertas decisiones que hacen más difícil la gobernabilidad.
Las leyes son para solucionar problemas de la gran mayoría no para crearlos.
No son estáticas y se adecuan a los tiempos.
Las leyes de protección al trabajador honesto, productivo y eficiente son bienvenidas, más no las que protegen a los contrarios.
En estos primeros meses hay claro oscuros, esperemos que la claridad se imponga cada día
Son por ahora solo seis meses.
Se definirá en el tiempo un Presidente, de un estadista.
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