Tiro Directo Y Fulminante A La Constitución Nacional, Por Los Aliados; Gobierno – First Quantum.

POR: Ramiro Guerra. Abogado y cientista político.

Durante mas de un año, le hemos pedido al gobierno, al presidente Laurentino Cortizo Cohen, que aclare si es cierto o no, que hay estados extranjeros que poseen la titularidad de acciones en la empresa First Quantum. No ha habido respuesta, lo que nos obliga apelar al adagio jurídico, Qui tacet consentire videture. El que calla otorga. La constitución es literalmente clara, en el sentido de ningún estado extranjero, puede tener o poseer recursos naturales del subsuelo, perteneciente a la nación del estado panameño. Me ha llegado la información, que Firsr Quantun, ha admitido que si es cierto que detrás de ellos, se encuentran estados extranjeros, entre Corea del Sur, Singapur, China. Pero miren, ahora esta empresa, señala que no viola la constitución, porque sus operaciones las justifica el código minero y que, en este no hay norma que le impida tener como accionistas estados extranjeros. Me imagino que esta interpretación tiene como origen algunas de las firmas de abogados, que la asesoran y que también tuvieron influencia en la decisión del gobierno de firmar el infame contrato.

El Dr. Juan Materno Vásquez, en su libro de derecho procesal civil escribió que la actuación judicial, la norma constitucional, deben ser referente para desatar la litis. Somos de la opinión que esto aplica para todo tipo de actuación relacionada con contratos. Firmar un contrato a sabiendas que se violan normas constitucionales tiene consecuencias jurídicas y sobre todo de índole penal. La constitución señala que, el presidente puede ser juzgado por violar la constitución y las leyes del país. Igual implicación penal, aplica a los diputados que aprueben el contrato firmado por el gobierno y First Quantum. El artículo 290 de la constitución es claro. En el no hay nada que interpretar. Peor la actuación del procurador que, conociendo la norma, no procede abrir una investigación y mas grave aún, cuando se están llevando, saqueando recursos minerales, sin base legal alguna. Como reza el título de esta opinión, se le ha dado un tiro de muerte a la carta magna. Y eso no puede quedar así. Amanecerá y veremos.