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Clamor por una recta justicia

Cuanto la justicia, que es una función esencial del Estado, se niega a quien la pide, se crean por parte del propio Estado, las condiciones para que florezca la violencia promovida por quien debe generar y proteger la paz. Eso es lo que nos está pasando a los panameños. Sin Justicia no es posible la existencia de la paz.

Conflictos de intereses en el plano de lo subjetivo, parafraseando al jurista Argentino Carlos Cossio, filósofo, abogado y autor de la teoría egológica del derecho, trascienden a la esfera judicial. En el caso a que alude el artículo siguiente, una carta algo desesperada, pone en la mesa la cuestión de lo justo y correcto desde el plano de la legalidad, a quién le asiste la razón en derecho. Hasta dónde conocemos el magistrado ponente ha sido recusado.

Con el propósito de que nuestros lectores conozcan este documento, que es como un clamor en el desierto, en medio de una seria y profunda crisis de la función judicial del Estado panameño, presentamos el siguiente escrito con su firma responsable, por las graves acusaciones vertidas en el mismo, que no pueden ser eludidas por nuestras autoridades.

 

Panamá, 17 de enero de 2023

 

Señora Magistrada

María Eugenia López

Magistrada Presidenta

Corte Suprema de Justicia

  1. S. D.

Señora Magistrada: El suscrito, actuando a título personal y como Presidente y Representante Legal de las sociedades Mueblería Unión, S.A. y Financiera única, S.A., acude de manera respetuosa ante usted con el propósito de solicitar interponga sus buenos oficios a fin de concederme cortesía de sala ante el Pleno de los Magistrados que integran la Corte Suprema de Justicia, para contar con la oportunidad de explicarles, con la inmediación y seriedad que el tema requiere, todas las situaciones arbitrarias por las cuales estamos transitando, dentro de un sistema de justicia que, lejos de ser transparente, ecuánime y objetivo, se ha convertido, por lo menos en nuestro caso, en un foco de irregularidades reiteradas y recurrentes, germinadas y materializadas por las repulsivas prácticas de conspiraciones y cabildeos extra Jurídicos, corrupción de servidores Judiciales y tráfico de influencias.

Como cualquier otro ciudadano de este país y usuario del sistema, aspiramos a participar, mínima y básicamente, en un régimen de administración de justicia que sea transparente y objetivo, inspirado en principios éticos-judiciales y que sus integrantes (operadores de justicia y personal auxiliar), se conduzcan bajo esos criterios y cánones de comportamiento. No obstante, ello no está ocurriendo en nuestro caso. Las arbitrariedades a las que estamos siendo sometidos son mayúsculas, abiertas, descaradas e insostenibles, a tal punto que nos hemos visto obligados, como última acción, a tener que pedirle cortesía de sala a los Magistrados de la Corte (primera vez en nuestra vida que intentamos esta opción), para que sea escuchado y atendido nuestro legítimo clamor de que se nos garantice transitar por un sistema de justicia recto, intachable e imparcial. Y, a nuestro humilde criterio y entender, los señores Magistrados que integran esta máxima Corporación de Justicia, cabeza del engranaje judicial, modelo de correctas prácticas tribunalicias y garantes de normas de comportamiento ético-judiciales de sus pares y del funcionariado jerárquicamente inferior, no pueden ser ajenos a estas situaciones ni mantenerse impávidos, elusivos ni indiferentes.

Como es de conocimiento de los señores Magistrados, mi persona y el grupo empresarial que represento se mantienen participando en una pluralidad de procesos legales desde hace muchos años, mayoritariamente de carácter civiles, con la contraparte la señora Emilia Estévez y sus hijos Manuel Vásquez Estévez y José Vásquez Estévez, quienes han pretendido afectar el funcionamiento y operación de nuestras empresas, aspirando al reconocimiento de reclamaciones y derechos que no poseen y que de acuerdo a la Ley, no le asisten.

Una de esas causas existente entre partes, corresponde a un proceso sumario de rendición de cuentas presentado por la señora Emilia Estévez contra las sociedades Mueblería Unión, S.A. y Financiera Única S.A., el cual fue sustanciado en su momento por el Juzgado Sexto de, Circuito de Civil del primer Circuito Judicial de Panamá. Dentro de este proceso, la señora Emilia Estévez impetró acción cautelar de secuestro sobre bienes y administración de las sociedades demandas, lo que produjo que las empresas afectadas, para garantizar su funcionamiento y operación, se vieran en la necesidad de consignar una fianza por monto aproximado de casi diez (10) millones de balboas, para levantar la medida cautelar decretada. Dicho proceso civil culminó con una decisión de no admisión de demanda; medida que fue examinada, mediante recursos de apelación y de casación civil, por los Magistrados del Primer Tribunal Superior de Justicia y de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, respectivamente, determinándose que la misma fuese confirmada. Por resuelto dicho proceso, el Juzgado Sexto de Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá, procedió, como en derecho correspondía, a ordenar la cancelación y devolución de la fianza, fo cual hizo mediante auto proferido el 21 de julio del año 2018. No obstante, resulta que, a la fecha, casi cinco (5) años después de ordenada la cancelación y devolución de la fianza, ello no se cumple, lo cual ha sido motivado no sólo por la presentación de acciones legales infundadas, absurdas Y dilatorias por parte de los apoderados judiciales de la señora Emilia Estévez, sino porque, en este recorrido, dicha parte ha encontrado en operadores de justicia, aliados incondicionales que le han ayudado a torcer descaradamente la justicia, para ayudarla a conseguir sus aviesas pretensiones.

El principal aliado de la señora Emilia Estévez y de sus hijos Manuel Vásquez Estévez y José Vásquez Estévez, en toda esta trama de corrupción y tráfico de influencias, es el licenciado Olmedo Arrocha, Magistrado titular de la Sala Primera de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, quien representa los intereses de estas personas desde el año 2016, cuando figuró como funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas, previo a su designación como Magistrado de la Corte. De esto, hay evidencias no sólo porque yo lo he referido y afirmado en múltiples ocasiones, sino además porque así se encuentra documentado, producto de una declaración Jurada notarial rendida por el licenciado José Abel Almengor, quien fue testigo de ese vínculo de intereses que une al licenciado Olmedo Arrocha con la señora Estévez y sus hijos y de la situación de animadversión que el mismo mantiene con el suscrito y el grupo empresarial que representamos .

Desde su posición como Magistrado de la Corte, el licenciado Olmedo Arrocha, no sólo ha intervenido y se mantiene interviniendo en procesos relacionados con las partes en disputa, procurando fallar siempre a favor de los intereses de la señora Estévez y sus hijos, a pesar de su notaria falta de objetividad y conflicto de intereses y a pesar de que le interpusimos tres (3) querellas penales ante la Asamblea Nacional de Diputados. Además, ha utilizado las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia para organizar reuniones privadas, lo cual fue informado a los señores Magistrados mediante carta remitida con fecha 18 de julio de 2022, con la participación de la señora Estévez y sus hijos, sus cabilderos y representantes. También se ha dedicado a publicitar, con un desparpajo inigualable y sinvergüenza, que tiene los controles necesarios para garantizar resultados judiciales a favor de la señora Estévez y sus hijos, tanto a nivel de la Corte Suprema de Justicia, por un supuesto apoyo incondicional de las Magistradas María Eugenia López y Miriam Cheng Rosas, como de funcionarios de inferior jerarquía dentro de la jurisdicción civil, utilizando, lamentablemente, su figura como Presidente de la Sala Civil.

A nivel de funcionario de inferior nivel jerárquico, el licenciado Olmedo Arrocha ha establecido una alianza deshonesta con un Juez Civil que tiene a su haber, dentro de su poca decorosa carrera judicial, múltiples acusaciones y procesos penales. Se trata del Juez titular del Juzgado Séptimo de Circuito de lo Civil del Primer Circuito Judicial de Panamá, licenciado Guillermo Ballesteros.

La intervención del Juez Civil Guillermo Ballesteros es, exclusivamente, para entorpecer y retrasar las actuaciones desarrolladas por la licenciada Ana Isabel Terán, Juez Sexta de Circuito de lo actuación de ejecutar la orden consignada en una Resolución Judicial del año 2018 Y proceder a la entrega del oficio que cancela y devuelve la fianza por monto aproximado de casi diez (10) millones de balboas, perteneciente al grupo empresarial que representamos; actuación que dicha Juez no ha realizado por las constantes y reiteradas presiones que recibe.

La estrategia diseñada por la señora Emilia Estévez, sus hijos y abogados, aconsejadas y supervisadas por el Magistrado secuaz Olmedo Arrocha, es la de buscar una fórmula para no entregarnos la fianza que ya está cancelada y que, en su lugar, la misma sea adjudicada a la señora Emilia Estévez. Dentro de esa estrategia establecida, por demás despreciable, está: 1) Impedir que la Juez Sexta Civil prosiga conociendo el proceso y emita oficio de cancelación de fianza; 2) Organizar el escenario para formular acciones legales contra la Juez Sexta Civil, preferiblemente, una acción de amparo de garantías constitucionales, la cual es estructura por el propio Magistrado Olmedo Arrocha; 3)Revivir una supuesta transacción extrajudicial inventada por la señora Emilia Estévez, que no tiene absolutamente ninguna validez y 4) Procurar un resultado favorable tanto de la acción de amparo como de la reaparición de la ficticia transacción extrajudicial, mediante llamadas, presiones y/o favores realizados por el Magistrado Olmedo Arrocha a los Magistrados del Primer Tribunal Superior de Justicia o, en su defecto, a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

En la estrategia dilatoria inicial, es que interviene el Juez Guillermo Ballesteros, quien se ha prestado para recibir, admitir y darle trámite ordinario de sustanciación a constantes, recurrentes y notoriamente improcedentes incidencias de recusación presentadas por el licenciado Víctor Crosbie, uno de los abogados de la señora Estévez, contra la licenciada Terán, Juez Sexta Civil. Hasta este momento, son dos (2) recusaciones presentadas contra la licenciada Terán que et Juez Guillermo Ballesteros recibe, admite y le da trámite incidental, a pesar de que se tratan de peticiones manifiestamente improcedentes que debieron, en derecho, ser rechazadas de plano sin mayor trámite. Cada vez que el Juez Guillermo Ballesteros admite estas recusaciones claramente dilatorias e improcedentes que presenta el abogado de la señora Estévez, el proceso en el Juzgado Sexto Civil se paraliza. De hecho, en este preciso momento, la causa se encuentra paralizada precisamente con motivo de un incidente de recusación que el Juez Ballesteros admitió, con indicaciones de retrasarlo lo más que pueda, mientras se diseña el siguiente paso de construir y presentar una acción legal (probablemente una acción de amparo de garantías constitucionales), cuyo resultado pueda manejar el Magistrado Olmedo Arrocha.

Es tal el descaro y fa desfachatez con la que actúa el Magistrado Arrocha, que sigue orquestando reuniones en la sede de la Corte Suprema de Justicia, en las que participa enviando un representante, junto con jueces civiles y abogados de la señora Emilia Estévez (en lo que va del año ya son varias las reuniones de este tipo realizadas). Además, no tiene ningún cuidado ni reparo en girar instrucciones a sus inferiores, de tal manera que son esos propios funcionarios de Tribunales inferiores quienes, sin malicia y pensando que están haciendo lo correcto, manifiestan que nuestra causa no avanza por instrucciones del Magistrado Arrocha, en su condición de Magistrado presidente de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.

No se requiere de un pensamiento ni raciocinio brillante para inferir por lo menos que, algo extraño o no habitual está ocurriendo con el Magistrado Olmedo Arrocha, con nuestras causas cuando a pesar documentado su conflicto de interés, cuando tiene interpuestas querella penales, presentadas por el suscrito y nuestras empresas y cuando existe notablemente una animadversión

¿Por qué no se declara impedido?; ¿Por qué persiste en mantenerse vinculado, a toda costa, a como dé lugar y sin importar nada, a nuestras causas?; ¿Por qué todas sus ponencias e Intervenciones, hasta el momento, han sido para darle favor a la señora Emilia Estévez y su hijo?

Por Dios, qué más se requiere para que este señor quite sus manos de nuestros procesos; para que cesen sus intereses aviesos y particulares de favorecer a su benefactora; para que no use su condición de Magistrado de la Corte y Presidente de la Sala Civil a efectos de influenciar funcionarios judiciales de menor jerarquía y de su mismo nivel.

No I o gramos entender por qué razón no se nos garantiza transparencia y objetividad y se le pone fin al accionar de desmesurado favoritismo con que se conduce el Magistrado Olmedo Arrocha. ¿Acaso hay patrocinio de Magistrados de la Corte para mantenerlo vinculado a nuestras causas y que logre sus deshonestos objetivos? Nosotros queremos pensar que no es así, pero lamentablemente los hechos indican otra cosa. Estas situaciones las venimos advirtiendo desde hace meses y en lugar de corregirse, ro que vemos es que la actuación del Magistrado Arrocha es cada vez más descarada. Ya ni siquiera intenta ocultarse. Y en ese descarriado comportamiento comienza a vincular a otros Magistrados de la Corte, identificándolos como sus aliados incondicionales. ¿Qué necesidad hay de eso?

Señores Magistrados, lo que pedimos es lo mínimo que nos debe garantizar el sistema: transparencia, imparcialidad y cumplimiento de principios ético-judiciales. Y quienes están llamados a defender y salvaguardar que ello efectivamente se cumpla, por encima de cualquier interés y de cualquier posición particular, es fa cabeza y nivel superior del Órgano Judicial, constituido por los señores Magistrados que integran este máximo Tribunal. De ahí nuestro pedido de concedernos cortesía de Sara para que la voz de un ciudadano de este país que demanda justicia recta y equilibrada sea escuchada y ponderada.

Con el debido respeto atentamente,

 

GUSTAVO VÁSQUEZ PÉREZ

Cédula N°. 8-263-196

C.C.: Magistrados de la Corte Suprema de Justicia

 

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