El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Y QUE SUFRE DEL SÍNDROME DEL NERVIOSISMO.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
Se anuncia una marcha hacia el hemiciclo parlamentario y que rápido éste es amurallado y acordonado. Reitero esto se ha institucionalizado. Y así se dice que la asamblea es la casa donde converge el puelo.
Igual ocurre a lo largo del entramado institucional. Dónde quedó ese arranque del señor presidente que, en sus primeros días de gestión, bajaba la escalinata de la presidencia y conversaba con los manifestantes.
A manera de conjetura, considero que durante la administración actual, la presencia de los policías antidisturbios, ha sido más constante. Un grupo de ciudadano sale a protestar y los antimotines no dejan de estar. Pregunto ¿democracia restringida y tutelada? ¿ Acaso el pueblo no es el verdadero tutelador y garante de la democracia?
Llegó a la conclusión que, en nuestra sociedad, los factores de vida en democracia están alterados. Y qué decir de la democracia social; estamos pasando penurias; salud, educación. Me pregunto, ¿será verdad que el covid trastornó todo?
Nada se dice sobre estrategias para enfrentar los graves déficits de salud que siguen agravándose, incluyendo el calvario de los medicamentos.
Jugar a esperar los resultados de los diálogos y mientras panameños pierden la vida y agravan su salud física. Sr. presidente, si tiene que hacer cambios, hágalos; tomar decisiones audaces, hágalo. Escuche a la ciudadanía y al pueblo panameño.
Recuerdo que en una ocasión Omar Torrijos imprecó a sus cuadros y funcionarios, para que dejaran sus oficinas refrigeradas y se volcaran a caminar junto al pueblo. El que escucha, menos se equivoca. En un escenario de lluvias de ideas, pueden estar las soluciones.
Una vez leí, que un pueblo organizado y un poder realmente democrático, constituyen toda una fuerza productiva, que genera cambios de verdad y profundos. No podemos quedarnos en la lógica del trompo; dando vueltas y vueltas y poco se aleja de su punto de circunsferencia.
Lo escribí hace tiempo, estamos en un mar picado con poca claridad en torno a puerto llegar. Ojo, la nación no puede encallar, eso sería fatal.
Estas reflexiones , seguramente hieren a pieles muy sensible del poder; nuestra intención no es hacer oposición por el prurito de hacer oposición. Sino que desde esta perspectiva, pienso que el gobierno, tiene que dar un giro de timón de como administrar el estado y la democracia. Eso de los indispensables, puede terminar en pésimas tragedias.
Abra el estado y la democracia a la participación ciudadana del pueblo panameño. Claro que hay intereses que «a Dios rogando y con el mazo dando», aspiran a que todo le salga mal. Lo hacen desde afuera y dentro del poder. No son todos los que están y no están todos los que son.
Quiero a mi país, a mi patria y sobre todo amo a mi pueblo y por ello, externo mi forma de pensar sobre la realidad.
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