Por: Enrique Avilés.
Lo ocurrido anoche en el diálogo, ante las cámaras de televisión, para algunos que mantenían la inquietud, dado lo acontecido el domingo, no resultó nada extraño; sobre todo, revisando los sucesos previos que indicaban la preparación para desarticular la mesa, impulsada por los sectores empresariales que días antes representando a nadie se habían sentado con el gobierno a revisar el presupuesto nacional del Estado, mientras en lo sucesivo se reunían como “ Gran Alianza” en Santiago de Veraguas, nada casual la locación.Lo anterior, muestra una intencionalidad muy clara: en primer lugar, cerrar abruptamente la mesa, aún sin terminar de cumplir el compromiso de rebaja de alimentos en tiendas, mini super y super mercados, aseverando que ya se cumplió cuando no se ha cumplido; en segundo lugar, dar por sentado que el tema de energía y Caja de seguro social, pude pasar a mesas temáticas intersectoriales sin coincidir en propuesta firme del Estado y llevándolo, con toda intención, a atolladeros que no indican mayor solución; mientras en tercer lugar, queda el acto de quebrar la mesa haciendo disrupción de fase, o sea no dejar establecida ni programática, ni metodología a la segunda fase, la cual por los preparativos de la “gran Alianza” podría fácilmente vislumbrase la toma del dialogo por estos, con toda la intención de hacer añicos lo pactado en la primera fase, considerando que esos mismos “grandes aliados” han rechazado de antemano lo acordado por los sectores populares y medios en el diálogo. En este último punto, la suposición es válida ante un panorama en el que se ha evidenciado claramente la desobediencia civil de estos sectores ante los decretos que deben poner fin a la crisis alimentaria de la población, dejando claro que tienen a un gobierno títere que no puede utilizar el poder absoluto del Estado para ponerlos en cintura. La posibilidad de cerrar abruptamente la mesa destruyendo el interfaz a una segunda fase, no era más que preparar un teatro en que corderos quedaban a merced de los lobos.
Para ir terminando, restan temas y acuerdos que cumplir en esta primera fase de diálogo, al igual que se precisa preparar la mesa para su segunda fase, por lo que orquestar encerronas como la de ayer, pone en alerta a un pueblo que ya se cansó de ser víctima de los lobos, ahora unidos en gran alianza, lobos que no han entendido que de feroces no tienen nada ante un pueblo que tiene hambre y que ve como juegan con su pan. A la iglesia facilitadora, está de más decir que a diferencia de lo escrito por San francisco, no se preste a servir a los motivos del lobo.
El autor es docente de la Universidad de Panamá.
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