Unión de Pedro Miguel y Crispiano, para salvar al PRD

Por Gonzalo Delgado Quintero

Lo he meditado, he pensado diversas variables y la conclusión es solo una: Pedro Miguel González y Crispiano Adames Navarro deben unir voluntades. También lo debe hacer el resto de los candidatos que honestamente creen en la visión que tuvo El Viejo.

En el caso de Pedro y Crispiano, ambos son candidatos de bases, con historias diferentes pero de un mismo origen popular. Son parte de la segunda generación de torrijistas. En realidad, son la verdadera esencia de lo que el propio Omar Torrijos señalaba como el relevo generacional.

Que no se interprete que la intención de este escrito es restar méritos al candidato Gabriel “Gaby” Carrizo, muy cuestionado por propios y extraños, por expertos y legos, con y sin razón. De lo que se dice o se diga de él, de lo que de una u otra manera, todos hemos visto y escuchado. El hombre y su circunstancia al buen decir del filósofo español José Ortega y Gasset. Gaby, como vicepresidente que es, debe cargar con la mochila de piedra de todo el desgaste del gobierno actual. Ese es un precio que debe pagar y no puede eludir.

A mi manera de entender, también está pagando la prematura osadía de haber declarado su intención presidencialista, que lo convirtió en tarjeta de tiro de sus enemigos políticos quienes de inmediato lo atacaron por su infantilidad política, adentro y afuera. Hay otros asuntos por los cuales es cuestionado, incluso por corrupción en el sonado caso de los respiradores y de estar vinculado al tema minero; no obstante, esa no es la verdadera esencia de los cuestionamientos.

Repito que, en el caso de Gaby Carrizo, el cuestionamiento contra él, es de orden político-electoralista, a lo que se añade la incapacidad del equipo de comunicaciones de la Presidencia que no dimensionó y no supo dar respuestas oportunas y claras, en ese momento, ante  los ataques que abundaban contra él. Ante la acción de Carrizo, hubo una reacción contraria de sus enemigos.

Fue y sigue siendo el precio que se está pagando por haber convertido la gestión del gobierno en una permanente campaña electoral para supuestamente favorecer al vicepresidente Carrizo en sus aspiraciones presidenciales. La conducta de los actores del gobierno es como haber estado viendo una película de Batman donde Robin es el protagonista principal.

Así las cosas, las encuestas generales abiertas observan un rechazo contra las pretensiones del Vice. Una paradoja extraña, porque Gaby, no sé si amagó, pero no robó, no se ha comprobado y sin embargo, sectores políticos lo proyectan en ese sentido, peor que al propio Martinelli, señalado incluso por sus propios hijos, y bajo la circunstancia actual de una serie de juicios por malos manejos de fondos públicos que al final se traduce en que sí cometió una serie de supuestos latrocinios y sin embargo,  el pueblo dice “robó pero hizo”.

Yo concluyo en que Gaby debe tratar de aclarar y lavar su imagen empañada, es joven, puede ver el 2028 como su momento, siempre y cuando haga militancia política, que no la tiene. Y aclaro que lo que digo, no significa que deba bajarse de sus aspiraciones actuales; todo lo contrario, considero que aun perdiendo, incluso las primarias del PRD, él gana y mucho, después debe seguir.

Visto así el escenario general, entonces, es preciso observar el ámbito interno del PRD. Acá el asunto diría que puede favorecer a Carrizo. Él tiene el apoyo de diputados con muchos recursos como Benicio Robinson y otros.

También, y aún más determinante, es que el Vice es el ungido de la Presidencia, otro respaldo que viene a significar el manejo de la estructura gubernamental, sobre todo, a partir del nombramiento de importantes líderes del partido a nivel nacional a quienes se les está exigiendo treparse al bus de Gaby, para que comiencen el aglutinamiento sectorizado de la membresía en todo el territorio nacional.

Es importante tener en cuenta que, por algo, muchos de ellos son delegados del partido. Eso significa que tienen gran influencia sobre las bases y aunque existe gran disgusto en ellas, abajo, éstas trataran de ser influidas por esa estructura de dirección y de contacto que, de una u otra manera influirán al resto de los miembros del partido que suman esos 700 mil y tantos inscritos.

Es en este escenario que, Pedro y Crispiano deben unirse. Uno de ellos debe ganar las primarias, no sé si con las posibilidades de ganar las elecciones generales; pero sí, para salvar al menos, la buena imagen del PRD, que ha sido empañada por los contrarios de manera muy bien aprovechada por las razones expuestas en las líneas anteriores.

Como candidato a diputado que soy en el 8-6, antes 8-10, he estado caminando y de 10 copartidarios abordados, nueve me dicen lo mismo. Pedro y Crispiano deben unirse. Y es que todos sabemos cómo se cuecen habas en el PRD, lo que nos hace analizar que, tal y como están las cosas, la ventaja interna sería para Gaby porque él aglutina lo propio; mientras que si todo continua igual hasta el final, lo que ocurriría es que las bases del partido se dividirían en dos, unos a favor de Crispiano y otros con Pedro Miguel.

Concluyo en que el triunfo del PRD en el 2024, no es que sea imposible, pero sí será en extremo difícil. Por tanto, debemos ir con la mejor opción aglutinadora, que al menos tenga el cariño espontaneo de los torrijistas de adentro, que dependiendo de quien sea, con un buen programa, pueda contagiar a los demás, afuera. Ese cariño, me disculpan, no veo que lo tenga Carrizo.

¡El que da cariño, recibe cariño; el que tiene miedo que se compre un perro; de pie o muerto, pero nunca de rodillas!

El autor es periodista, escritor, analista y candidato a Diputado en las primarias del PRD en el circuito 8-6 antes 8-10 (Pedregal, Las Mañanitas, Tocumen, 24 de Diciembre, Pacora, Las Garzas, San Martín)

Casilla 8

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