Urge una verdadera reforma tributaria

Ingresos Del Canal, Recursos Provenientes Del Endeudamiento Y De Empresas Mixtas, Concesiones Y Subsidios, hacen insuficientes a las finanzas públicas para enfrentar los gastos previstos por el Estado.

Los grandes potentados no pueden seguir evadiendo su responsabilidad fiscal.

Por Ramiro Guerra M.         Abogado Y Cientista Político.       

En otras ocasiones he escrito, que la carga mayor tributaria, la tienen los trabajadores y sectores medios de la sociedad. A contrario de los grupos del poder económico, van a caballito, dado el carácter regresivo de la tributación. Esto último, sumado a la evasión y todo tipo de artificios, se señala que el sector privado de la economía, se reserva para sí, millones y millones. No entran a las arcas del estado.

Un estado que se aprecie a si mismo, fundamentalmente apoya su gestión de ingresos en una política de tributación progresiva. Pero como eso no ocurre, el estado se ve obligado a recurrir a ingresos – deudas y los provenientes del canal y actividades como las enunciadas en el título de este artículo. Esto último es una especie de colchón para seguir con el enfoque regresivo; es decir los que se quedan con la gran masa del producto social-nacional, son los que pagan menos impuestos. Vamos a los subsidios, cierto algunos están dirigido a la población, ejemplo el tanque de gas de 25 libras. preguntemos ¿Cuánto desembolsa el estado a dos empresas que se dedican a la actividad de llenado y distribución de estos tanques de gas? Lo más seguro que el subsidio es millonario y se transfiere a estas empresas.

Lo anterior, para resolverlo, pasa por modificar los términos y condiciones de la hegemonía en el estado, de estos grupos de poder económico, de tal suerte de llevar al estado hacia posiciones de mayor equilibrio. Ojo, no se trata de un enfoque anti sistémico, sino de un sentido de mayor equidad y reparto social.

El sistema político está diseñado y se corresponde con la realidad mencionada, lo que palanquea todo tipo de distorsiones en la política.

Como escribió, el escritor y poeta, Pedro Rivera, el clientelismo y la corrupción, no es causa, sino efecto.  Abierto el debate.

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