El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
¡Ojo! Campaña Negativa Contra La Caja De Seguro Social, Procura Vender, Que La Privatización Es La Solución A Los Graves Problemas Que Enfrenta La Institución.
Van a aumentar la edad de jubilación de los hombres a 65 y las mujeres a 60.
Van a incrementar las cuotas
No le van a cobrar a los empresarios que receptaron millones de dólares en concepto de las cuotas obrero patronales y no las transfirieron a la CSS.
El presidente escogió al que pretende privatizar la CSS.
Por: Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
Cierto que la institución de la Caja de Seguro Social, enfrenta graves problemas relacionados con los servicios a las cuales tienen derecho los asegurados. Pero es la más importante institución de salud que tenemos. Digamos ¡NO! A su privatización.
Mas grave, la cuestión pertinente al programa del IVM. Está amenazado por falta de recursos financieros que, de no resolverse, lo llevaran a una quiebra con consecuencias fatales para el país y los usuarios de la institución.
¿Cómo enfrentar la crisis?
Hay sectores interesados, que vienen agitando soluciones draconianas; entre ellas, aumentos de la edad y monto de cotizaciones. Este último llevarlo a 300 y más cuotas. Las mujeres, tener 60 años cumplidos y los hombres 65 años. Rebajar de un 60 por ciento a una suma inferior, el porcentaje con que se retira el trabajador. Se conjetura que, a partir de una reforma, el trabajador se jubilará o pensionará con el 40 por ciento de su salario, mismo con el cual sería imposible sostenerse.
Los cálculos, no se harán tomando en cuenta el promedio de los mejores 10 años, sino aumentarlos a 25 años.
Imaginémonos estas reformas en un escenario de crisis en el empleo y de alta informalidad.
Tales reformas, salvaje al extremo, tienen un efecto de trapiche, en tanto que agravara las condiciones existenciales de los panameños y pensiones de hambre.
Estas reformas de corte inhumano, combinadas con un sistema de administración privada de los dineros que aportan los trabajadores para cuando llegue su retiro laboral. Esas empresas, operan con el cálculo de ganancias exorbitantes sobre la base de pensiones de hambre. La privatización es sinónimo de hambre y pobreza para los asegurados pero grandes ganancias para los operadores financieros privados.
Razón tienen los que afirman que, evitar esas soluciones de choque violento a los trabajadores, pasan por reivindicar como sistema único, el solidario.
La privatización de la Caja de Seguro Social, del programa del IVM, de imponerse, se constituirá en una gran infamia a los trabajadores; bien podría denominarse como la gran estafa de lo que va del siglo XXI.
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